La temporada 2010-2011 no ha podido comenzar mejor, en términos generales, para los jugadores hispanos en esta globalizada NBA.
En el ámbito particular, Pau Gasol y Luis Scola se llevan la palma -sobre todo el primero al conjugar brillantez individual con colectiva-, si bien el tono general está siendo excelente. Acordémonos, sin ir más lejos del fantástico binomio Horford-Atlanta y del debut en la NBA del panameño Forbes y el venezolano Vásquez. Simplemente dos peros nos asaltan en esta feliz reflexión. Uno chico, la ausencia provisional por lesión de Nájera; otro grande, la ausencia definitiva de Oberto por vivir el baloncesto con demasiado corazón.
Calendario y flujo humano
El calendario de la competición ha querido en su capricho juntar a un buen puñado de nuestros protagonistas al calor de una mesa en grupos más o menos grandes. Concretamente, en dos grupos, en dos clanes, el argentino y el español, aunque entre ambas órbitas baloncestísticas exista una fantástica relación y una admiración mutua indudable.
El primer clan, el argentino, ha tenido como centro de operaciones el estado de Texas -fuente de inspiración de sus más firmes valores, Ginóbili y Scola-. La sede de su reunión fue San Antonio con motivo del encuentro que enfrentó a los Spurs de Manu y a los Rockets de 'Luifa' con sensacional rendimiento de ambos.
Ese encuentro fue la excusa perfecta para reunir a 3 argentinos (los 2 citados y Fabricio Oberto). Y con ellos estuvo el invitado latino que nos da pie al título de este escrito, el brasileño Tiago Splitter. ¡Sí, 3 argentinos invitaron a su mesa a 1 brasileño, para que vean que nada es imposible!. Dejando atrás la guasa del momento patrio, hay que decir que los comensales tenían que celebrar el inicio excepcional de Luisito Scola a nivel individual, el notable arranque de Ginóbili y el debut en la NBA con los Spurs de Splitter. Pero a la par, este trío tenía que arropar a Fabri en un momento delicado de su vida como es la retirada obligada de su deporte-pasión.
Regreso a San Antonio
Oberto regresaba así a su querido San Antonio, con cuyo equipo ganó un anillo compartiendo vestuario con Manu, el sitio donde, por cierto, ha llegado Splitter y donde nunca llegó Scola porque traspasaron sus derechos a Houston. Y es que el mundo es un pañuelo.
Tanto es un pañuelo, que la invitación a Splitter tenía un doble sentido. Primero, porque es compañero de equipo de Ginóbili, segundo porque tiene un pasado común en España con Oberto y Scola, ya que todos ellos pasaron por esa cantera inagotable de la NBA llamada Tau de Vitoria, ahora Caja Laboral. Seguro que fue una fantástica velada llena de complicidad. Seguro que le hizo mucho bien a Oberto ver a todos estos amigos y reírse un rato en buena compañía.
Mientras, muy lejos de allí, en el otro extremo de Estados Unidos, el calendario quiso que el gran protagonista de este inicio de la temporada en la NBA a nivel global, un Pau Gasol elevado definitivamente por la prensa USA a superestrella de la liga, ejerciera de anfitrión por partida triple del otro clan, el español, ya que los 4 jugadores españoles de la NBA juntaron sus destinos por etapas en la meca del cine, en la glamorousa L.A.
Uno a uno pasaron por el Staples Center el hermano de Pau, Marc, (Grizzlies), el extremeño José Manuel Calderón (Raptors) y el mallorquín Rudy Fernández (Blazers). Todos ellos perdieron, pero a cambio pudieron gozar de la compañía, al menos durante un rato, de su compañero de selección Pau Gasol.
Terapia en L.A
Seguro que el encuentro con su hermano Marc fue de lo más plácido y feliz. Ambos debieron compartir sus buenas sensaciones, porque ambos proyectan luz en esta NBA con sus trayectorias, la de Pau, lógicamente, con más recorrido y mayor profundidad. En cuanto a Calderón y Fernández, pues seguro que sus respectivos encuentros con Pau sirvieron, fueran más cortos o más largos, para expresar esas mutuas confidencias que no se pueden decir en público, para sincerarse, darse algunos consejos, alguna que otra palmadita y esas cosas que hacen los amigos cuando uno está en lo más alto y el otro en una zona delicada. Porque Calde y Rudy están en una zona muy delicada, aunque con un matiz importante: Rudy Fernández es una ganga económica para Portland, mientras que José Manuel Calderón es una ruina para Toronto a tenor de su actual contrato..
Así, el calendario NBA, tan pródigo en encuentros de una tarde-noche, ha unido en este inicio de curso a dos clanes por separado, el argentino y el español, y a ellos se ha unido el elemento latino, ese brasileño que es ya también medio español llamado Tiago y que también es medio argentino a juzgar por sus amistades. Podríamos llamarle el nexo latino de esta historia.
Pero los nuestros no se quedan en los 7-8 protagonistas de esta historia. Porque el jugador hispano está lanzado en este noviembre de 2010. Con Horford saliéndose en unos estupendos Atlanta Hawks, con Carlitos Delfino afianzado como hombre importante de Skiles en Milwaukee, con Nocioni recuperando la sonrisa en el campo personal tras su ingrata experiencia en Sacramento, con Arroyo siendo titular en el equipo más mediático de la liga, los Heat de Miami, con Forbes y Vásquez haciendo sus primeros pinitos NBA... Esta puede ser la gran temporada del baloncesto hispano. No se la pueden perder.