El próximo 10 de diciembre, en la galería Sotheby’s de Nueva York, quien tenga dinero podrá pujar por 2 páginas que significan mucho en la historia del baloncesto, las 2 hojas sobre las que James Naismith escribió las primeras reglas de lo que hoy es un deporte seguido en todo el mundo.
Fue hace más de 100 años, en 1891, cuando al canadiense Naismith, joven profesor por aquel entonces de la estadounidense Universidad de Springfield (Massachusetts), se le encargó la misión de idear un deporte que se pudiera jugar a cubierto para permitir a los jóvenes alumnos mantener la actividad física en los crudos inviernos del noreste americano.
Con ese fin escribió las 2 hojas que ahora se subastan, 13 sencillas reglas que poco tienen que ver con las decenas de páginas de los elaborados reglamentos actuales, pero que fueron el germen de un deporte que se ha extendido desde entonces por todo el mundo encandilando a miles de practicantes y aficionados.
El nieto de Naismith, Ian, subasta ahora ese pedazo de historia -se espera que se paguen millones de dólares por él- con una loable finalidad: recaudar fondos para la Naismith Basketball Foundation, una organización benéfica dedicada a promocionar por todo el mundo el deporte y la educación entre los niños y jóvenes más desfavorecidos.