La noticia ha corrido como un reguero por las redacciones deportivas por lo curioso de la situación. En los tiempos que corren, son habituales las desavenencias y separaciones de las parejas, pero lo que ha llamado la atención del caso es el momento en el que se ha producido ésta.
Porque el día anterior todo eran parabienes para Nash y noticias de una felicidad que ahora se ha revelado parcialmente inexistente. Alejandra, la mujer de Nash de nacionalidad paraguaya, dio a luz el viernes a Matteo, el tercer hijo de la pareja, y acto seguido el jugador hizo un partidazo que todos interpretamos como muestra de su enorme felicidad. Pero lo que no sabíamos es que ésta, su felicidad, no era completa.
El base de Phoenix Suns ha revelado hoy mediante un comunicado a la revista “Life & Style” (del que se han hecho eco un buen número de medios estadounidenses) que Alejandra y él llevaban meses viviendo separados y que están con los trámites del divorcio, lo que no quita para que se mantenga un compromiso firme en pos de la educación de sus 3 hijos.
Nash, de 36 años, llevaba casi una década en compañía de Alejandra, con la que se había casado en el año 2005 y con la que había tenido dos hijas gemelas hace 6 años.
Ante el embarazo de su todavía mujer, el armador canadiense prefirió anunciar la separación una vez hubiera nacido ya el hijo de la pareja. Y el sorprendente anuncio del que fuera 2 veces MVP de la NBA ha pillado a todos con el pie cambiado.