Bastaron 12 minutos, los correspondientes al segundo cuarto, para mostrar la notable diferencia que hay, a día de hoy, entre San Antonio Spurs y el campeón de la Liga ACB, Caja Laboral, cuando los texanos ejercen como locales. Un parcial en ese cuarto de 33-14 rompió el partido.
Nada tuvo que ver el segundo partido de la gira NBA del Caja Laboral con el primero. Si en el arranque de la gira los de Dusko Ivanovic pusieron en apuros a Memphis (110-105), en este segundo no fueron rival para San Antonio (108-85). Y es que está claro que estos Spurs defienden de verdad. Nada que ver con los Grizzlies.
Más de 15.000 espectadores en el AT & T Center de San Antonio. Ambiente de gala para recibir en Texas al ganador sorprendente de la última liga española y, en definitiva, noche más que hispana en un estado con indudable peso de la población hispana.
La única lástima al comenzar el choque era ver cómo el nexo de unión entre estos dos equipos, el brasileño Splitter fichado este verano por los Spurs, se tenía que conformar con ver el partido desde la banda debido a su lesión.
Un segundo cuarto demoledor
El primer cuarto resultó atractivo, con intercambio de canastas, defensas sin ajustar demasiado e igualdad en el marcador. Los Spurs salieron con su quinteto de gala, pero no dominaron, aunque, visto lo visto, fue un simple espejismo.
Porque en el segundo cuarto, San Antonio sacó todas sus armas: defensa de nivel y dominio de los tableros. A ese dominio en la pintura contribuyó también la apuesta de Ivanovic por un quinteto bajito en el que por momentos el hombre más alto llegó a ser Teletovic, un jugador con alma de alero puro.
Ese segundo cuarto, con un Parker imperial, resultó tremendo. El parcial de 33 a 14 anuló cualquier competencia en el partido, llegándose al descanso con un demoledor 61-36.
El resto del encuentro resultó intrascendente. Intercambio de canastas, ciertos aires de correcalles, probaturas y protección de las estrellas por parte de Popovich...
Mientras que los Spurs jugaron con 14 piezas con pleno de anotación para todas ellas, los baskonistas basaron todo su juego prácticamente en 7 hombres. Mientras Popovich daba 24 minutos a Parker, 23 a Ginóbili y 15 a Duncan; Ivanovic ofrecía, porque no tenía más remedio, una minutada a sus mejores jugadores. Y aún así perdieron por 23 puntos.
Parker y Duncan
Los locales dominaron todas las facetas del juego, especialmente el rebote, y su defensa dejó a los vitorianos en un 37,5% en el tiro de campo (con 7 de 26 en el triple).
El gran hombre del partido fue el francés Tony Parker, que anotó 22 puntos en 24 minutos y fue el guía perfecto para el despegue en el segundo cuarto. Pero no se quedaron atrás los fantásticos números de Tim Duncan, demoledor con 10 puntos y 11 rebotes en 15 minutos (¡menos mal que jugó poco!) o el poderío en los tableros de Blair -12 rebotes en 17 minutos-. Y es que la pareja Duncan-Blair se comió la zona.
Matt Bonner brilló desde la suplencia con 15 puntos y 7 rebotes y también ofrecieron muy buena imagen jugadores como Gary Neal y Antonio McDyess. El argentino Ginóbili jugó 23 minutos y con él en cancha el equipo funcionó mejor que nunca (+22 de parcial). El de Bahía Blanca concluyó con 7 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias y 2 robos.
En las filas del Caja Laboral, los mejores fueron Logan (20 puntos), Teletovic (18 y 7 rebotes, aunque flojo en el lanzamiento) y Barac (17 puntos, 11 rebotes y 3 tapones). San Emeterio capturó 11 rebotes y el brasileño Huertas dio 9 asistencias.