A Rudy Fernández se le acumulan los problemas. Y es que a la que hay montada en torno a él por su deseo de abandonar la NBA y las reticencias de Portland a romper el contrato que los une, se une ahora la mala suerte sufrida en su primer entrenamiento con el equipo.
Según explicó al Oregonian el entrenador de los Blazers, Nate McMillan, el internacional español se perdió gran parte del entrenamiento de hoy miércoles al sufrir una dolorosa caída que afectó a su espalda.
Por lo visto, Rudy se levó para efectuar un tapón, consiguió taponar de forma increíble el tiro del novato Armon Johnson, pero perdió el control en el aire y cayó de mala manera contra el suelo, una caída que McMillan describió como “dura” y que le causó un notable malestar en la espalda.
Por precaución, Fernández tomó el camino de los vestuarios. Una precaución lógica teniendo en cuenta que la espalda es una de las partes más frágiles del mallorquín. De hecho, tuvo que ser operado de la espalda el pasado mes de diciembre y se perdió a raíz de la operación 20 encuentros de la temporada regular.
Rudy Fernández fue tratado con hielo y al término de la práctica no hizo declaración alguna a los periodistas congregados en las instalaciones donde se llevó a cabo el entrenamiento.
En definitiva, accidentado regreso de Fernández a Estados Unidos tanto desde el punto de vista físico como mental. Habrá que ver cómo evoluciona su situación, que es cualquier cosa menos fácil.