Dúo letal el integrado por Luka Doncic y Kyrie Irving. Las dos estrellas de Dallas Mavericks se conjugaron para anotar 63 puntos y arrebatar el factor cancha a Minnesota Timberwolves a las primeras de cambio en las Finales de la Conferencia Oeste.
Triunfo del equipo texano por 105-108 en un partido competido, equilibrado, exigente y con puro sabor a playoff, un gran encuentro que ha supuesto nada menos que la quinta victoria de los Mavs fuera de su casa en lo que llevamos de postemporada.
Doncic anotó 15 puntos en el decisivo cuarto final para terminar el partido con 33 puntos, 8 asistencias y 6 rebotes, mientras que Kyrie Irving hizo 30 puntos después de completar una primorosa primera parte en la que metió 24 tras convertir canastas de todos los colores.
Ambos fueron decisivos en la parte final. Doncic con un par de acciones defensivas y con una excelente canasta a 49,3 segundos de la conclusión y el bueno de Irving anotando 2 libres cruciales con 7 segundos por jugar, libres que pusieron el 104-108 en el marcador.
Parecía ya todo resuelto con ese 104-108, pero el visitante Josh Green hizo una lamentable falta a Mike Conley cuando este tiraba de 3, una falta harto innecesaria que le pudo costar muy cara a su equipo. La secuencia habría de ser 2 libres metidos por Conley y lanzar el último a fallar en busca del milagro, pues quedaban 1,8 segundos. Pero Conley erró el segundo y el tercero tirado a fallar acabó en manos de Doncic.
Doncic e Irving absorbieron 49 de los 87 tiros de campo lanzados por su equipo, pero hubo otros hombres que también aportaron. P.J. Washington hizo 13 puntos y 7 rebotes, pero el tercer jugador por importancia de los Mavs fue sin duda, y no es la primera vez, el novato Dereck Lively II.
El pívot suplente de Dallas volvió a mostrar su poder intimidador como protector del aro (le puso 2 tapones seguidos a Karl-Anthony Towns en el segundo cuarto), pero es que además se mueve con enorme inteligencia por la pista tanto en ataque como en defensa. Terminó con 9 puntos y 11 rebotes, y su equipo funcionó mucho mejor cuando él estuvo en la cancha.
Destacar también el trabajo en defensa de Derrick Jones Jr., un jugador que está haciendo unos notables playoffs.
Dallas ganó el partido a pesar de solo meter 6 triples (horrorosa serie de 6 de 25) frente a los 18 de Minnesota, pero es que lo compensó con creces anotando 62 puntos en la pintura por 38 del equipo local. Los texanos metieron el 60% de sus tiros de 2, ¡y al descanso llevaban 24 de 33 en lanzamiento de 2, nada menos que un 72,7%! De ahí que se mantuvieran vivos en el partido.
En las filas de Minnesota, espectacular primera parte de Jaden McDaniels (19 puntos al descanso) para terminar con 24 puntos y 6 de 9 desde el triple. Tercer partido consecutivo en el que hace 20 o más puntos, lo que tiene un mérito añadido porque McDaniels es el defensor primario de Doncic.
Anthony Edwards se quedó en 19 puntos, pero capturó 11 rebotes y dio 8 asistencias, y Karl-Anthony Towns tuvo una muy mala noche en el tiro, 6 de 20, para finalizar con 16 puntos y 7 rebotes.
A ellos hay que añadir los 15 puntos y 5 rebotes del suplente Naz Reid y la buena primera parte de Kyle Anderson, que anotó con fluidez aprovechando que la defensa de Dallas le flotaba descaradamente el tiro.
Fue un partido bello, intenso, agradable a la vista y al corazón, jugado con alma. Un encuentro sin pausa, físico, exigente.
La primera parte acabó 62-59 tras anotar un 2+1 en el último segundo Irving, cuya primera mitad fue para enmarcar.
El tercer cuarto resultó más trancado porque las defensas subieron de nivel, Dallas llegó a adelantarse en el marcador y terminó el cuarto 83-82.
Y en el último acto hubo alternativas espectaculares en el luminoso. Un 13-0 para Dallas con 9 puntos de Doncic puso a los Mavs con ventaja de 89-97, pero a ese 13-0 respondió Minnesota con un 13-1 culminado con un triple de Edwards que colocaba delante a los locales con un 102-98. Eran momentos delicados para Dallas, que estuvo más de 4 minutos sin meter una canasta en juego hasta que llegó un triple de Doncic.
Se llegó así a un final ajustado en el que Doncic, fundamentalmente, y en menor medida Irving supieron resolver. Estos Mavericks siguen creciendo en la postemporada con una pareja estelar que se está complementando a la perfección y con un gran trabajo del cuerpo técnico, con Jason Kidd a la cabeza.