El dominicano Al Horford ha regresado estos días de Ciudad de México donde ha participado en el proyecto Baloncesto sin Fronteras que la NBA y la FIBA desarrollan por toda América para acercar a las estrellas del baloncesto profesional a los aficionados latinoamericanos.
El jugador de los Hawks se ha mostrado encantado de poder participar en el programa conjunto que NBA y FIBA llevan a cabo con el objetivo de contribuir, a través del baloncesto, a una mejora de las condiciones sociales en todo el mundo y que la pasada semana tuvo uno de sus principales eventos en la capital mexicana.
“El baloncesto se ha convertido en algo global. Es importante salir y dedicar tiempo a los niños para cambiar las cosas. Cuando me preguntaron si estaba interesado, acepté enseguida”, afirma en declaraciones que publica el diario Atlanta Journal-Constitution.
Horford, el mexicano Eduardo Nájera, Samuel Dalembert y Willie Green fueron los jugadores que participaron en el campus organizado en la Ciudad de México y que ha contado con la presencia de centenares de jóvenes mexicanos, una experiencia que parece haber marcado especialmente al dominicano, que ha regresado encantado y con ganas de repetir en años venideros.
El jugador de los Hawks se ha mostrado sorprendido de la expectación despertada en el vecino del sur por la llegada de los jugadores de la NBA y de la gran afición existente al baloncesto y a la NBA en un país donde, eso sí, el fútbol sigue siendo el rey.
También ha reconocido sentirse impresionado por la vista de la inabarcable capital federal con sus 20 millones de habitantes. “Cuando llegas aquí en el avión y ves a toda esa gente, no parece real. Ni siquiera Nueva York te deja sin aliento como lo hace este lugar”, aseguraba Horford a su regreso.
Un Horford que parece ya estar deseando que la NBA le vuelva a llamar para eventos similares. Y es que el dominicano se ha quedado con ganas de más.