LeBron James sigue impresionando. En el quinto partido de la serie ante Orlando, en un partido en el que perder suponía a los Cavaliers irse a casa, el 'Rey' se marcó un espectacular triple-doble, que acompañado por los 6 triples de Mo Williams, permiten mantenerse vivo a Cleveland.
Los de Ohio salvaron su primer bola de partido, pero su situación sigue siendo casi insostenible. Mañana sábado se juega el sexto partido de la eliminatoria, y se juega en Florida. Sólo 8 equipos han remontado un 3-1 desfavorable desde 1947.
Cleveland 112 Orlando 102 (2-3)
Finalmente jugó Dwight Howard, y como siempre volvió a hacer mucho daño a Cleveland. La fuerza vital de los Magic pudo vestirse de corto gracias a que la NBA anuló la técnica que se le había pitado en el cuarto partido, una técnica que era su sexta de la postemporada y que, de no ser anulada, le habría dejado 1 partido en el dique seco por sanción.
Jugó Howard, pero poco pareció importarle a los Cavs en los primeros 9 minutos de juego. El equipo de Mike Brown salió como un huracán y lo arrasó todo. Lo que ocurre es que en Florida conocen bien estas circunstancias, saben lo que es un buen huracán, y aunque el despliegue local les pilló desprevenidos, pronto supieron adoptar las medidas oportunas para minimizar los daños.
Ese huracán, en forma de fantástico y agresivo juego, se tradujo en 8 puntos de Maurice Williams en los primeros 3 minutos de encuentro y un parcial de ¡32-10! en los primeros 9 minutos. Liderados por Williams (11) y James (9), los locales se pusieron en un abrir y cerrar de ojos 22 puntos arriba tras enchufar 13 de sus primeros 17 intentos de canasta. A Van Gundy se le llevaban los diablos, pero contuvo la respiración y buscó soluciones.
El final del primer cuarto supuso un cierto alivio para Orlando, que supo contener a duras penas lo que se le vino encima. Y acabaron los primeros 12 minutos con un contundente 35-18. Parecía que los 2 equipos podrían empezar ya a pensar en el partido del sábado, pero no, estos Magic están fabricados de una pasta especial, una pasta que ha pulido concienzudamente su técnico.
Esa pasta especial salió a relucir en el inicio y el final del segundo período. Un parcial de 0-8 metió a los visitantes en el partido, que a partir de ahí se movió en una ventaja continua de los locales en torno a la decena de puntos. Así discurrió el cuarto, sin demasiados sobresaltos en el marcador, hasta que a falta de 2 minutos para llegar al descanso otro arreón de Orlando igualó el partido por completo.
Un parcial final de 2-11 cerrado con 1 triple de Rashard Lewis a 8 décimas de segundo de la conclusión llevó a los jugadores a la bocana de vestuarios con un apretado 56-55. Los Magic habían invertido la situación y se habían impuesto en el segundo cuarto 21-37 haciendo añicos la tan alabada defensa de Cleveland, un magistral entramado defensivo que en la serie contra Orlando está brillando por su ausencia.
Se llegó al ecuador del choque con la impresión de que Cleveland iba a volver a sufrir, pero también con la imagen de que LeBron James no estaba solo. La estrella local firmó 16 puntos en la primera parte, pero es que para entonces Mo Williams ya llevaba 17 de los 24 puntos con 6 triples con los que acabó el partido.
Y no fue Williams la única referencia de apoyo. A James también le ayudó un mejorado Zydrunas Ilgauskas (16 puntos para el lituano), West (13 puntos, aunque acabó con problemas físicos el encuentro) y sobre todo, por lo noticiable de la situación, el otrora fiable tirador Daniel Gibson, que por fin apareció en un partido de postemporada (11 puntos y excelente en momentos decisivos).
El problema de Cleveland volvió a ser la defensa interior. El intento de detener a esa bestia llamado Howard hizo que Ilgauskas y Varejao vieran limitados sus minutos de juego. El primero cometió 6 faltas en 27 minutos y el segundo lo hizo en 29. Suerte que el buen tino de Van Gundy a la hora de administrar sus minutos permitiera a ambos jugadores afrontar los minutos decisivos del final en la pista.
Howard cumplió su cometido -24 puntos y 10 rebotes-, aunque anoche no fuera el jugador más espectacular de su equipo, privilegio que queda reservado para un inspirado Hedo Turkoglu, pues el turco se fue hasta los 29 tantos en una actuación sensacional.
Pero al equipo de los Magic le faltó algo. Le faltó rematar al final, pero también le faltaron algunos hombres importantes. Por ejemplo, Lewis, que en toda la segunda parte sólo hizo 4 puntos. Y sobre todo Alston, jugador desaparecido en combate. El base titular visitante anotó la primera canasta del partido de su equipo -1 triple a los 41 segundos de juego-. Pues bien, no volvió a encestar un solo punto en toda la noche y terminó con 1 de 10 en el tiro de campo. Y es que no hubo color esta vez entre los bases titulares de ambos equipos.
Regresando al transcurrir temporal del partido, hay que decir que el tercer cuarto se despachó de forma igualada y llevó el miedo definitivo a las gradas del Quicken Loans Arena, tan acostumbradas esta temporada a la tranquilidad del triunfo. El cuarto finalizó con 78-79 a favor de Orlando, que no descartaba cerrar en Cleveland la serie y proclamarse campeón del Este. Pero no pudo ser.
Anduvieron cerca. En el ecuador del cuarto final el luminoso mostraba un apretado 92-90. Sin embargo, fue a 4 minutos de la conclusión cuando se produjo una cadena de jugadas decisiva para el desenlace.
Gibson resultó capital en ese momento. Un triple suyo abrió la veda y 5 puntos consecutivos de James la cerraron. Esos 7 puntos seguidos hicieron mucho daño a los Magic, más aún teniendo en cuenta que James fabricó como final de parcial un 2 más 1 que envió al banquillo eliminado por personales a Howard (102-93 a falta de 2:22). A partir de ese momento, los Cavaliers sobrevivieron con habilidad hasta el final del encuentro al que habían accedido con ventaja gracias a un James excepcional en todas las facetas del juego, un James que forzó hasta límites increíbles su propio potencial y que acabó anotando 21 puntos en la segunda parte para firmar un triple-doble monumental: 37 puntos, 14 rebotes y 12 asistencias.
Los números:
- Cleveland: James 37 pt, 14 reb y 12 as; Williams 24 pt (6 de 9 t3); Ilgauskas 16 pt y 6 reb; West 13 pt; Gibson 11 pt y 3 tr.
- Orlando: Turkoglu 29 pt y 6 reb; Howard 24 pt y 10 reb (8 de 10 tc); Lewis 15 pt, 8 reb y 4 rob; Pietrus 13 pt y 3 tr.
- Los visitantes erraron 13 tiros libres (28 de 41) y sólo sumaron 12 asistencias.
- Entre ambos equipos lanzaron 75 tiros libres.
- LeBron James logró el cuarto triple-doble de su carrera en postemporada.