Los New York Knicks han decidido apartar definitivamente al base Stephon Marbury del equipo. El jugador ya no participará en los partidos ni entrenamientos del conjunto neoyorquino en lo que queda de temporada.
La decisión le fue comunicada al jugador tras mantener un breve encuentro con el presidente y general manager de la franquicia, Donnie Walsh, y el vicepresidente, Glen Grunwald, en el que ambas partes no llegaron a ningún acuerdo sobre una posible rescisión del multimillonario contrato de Marbury.
La franquicia seguirá negociando con el jugador, pero lo hará con éste alejado de las canchas. Marbury carece de agente que le represente, aunque está siendo asesorado en la negociación por representantes del Sindicato de Jugadores.
La resolución de apartar a Marbury del equipo no ha sorprendido a nadie y es un paso más en la larga polémica que mantienen el jugador y los responsables de los Knicks. El viernes pasado el jugador fue sancionado con 1 partido de suspensión y 400.000 dólares de multa por negarse, según la franquicia, a jugar ante los Pistons.
Algo que el base niega y que provocó las críticas de algunos de sus compañeros, en particular, Quentin Richardson. Marbury respondió ayer con unas declaraciones en las que criticaba abiertamente la actuación de sus compañeros, a los que acusa de haberle dejado sólo, y de su técnico, a quien reprochó el no haberle respetado ni como persona ni como jugador.