Boston Celtics se pone a un paso del título. Triunfo en Dallas 99-106 para sumar su décimo triunfo consecutivo en estos playoffs y ponerse 3-0 en las Finales, un lugar desde el que nadie ha sido capaz jamás de remontar. La historia y la superioridad de estos Celtics dictarán sentencia más pronto que tarde.
Sin Kristaps Porzingis Boston fue igualmente competitivo pese a su más que titubeante inicio y su monumental laguna ofensiva en el cuarto período que casi le cuesta el partido ante unos Mavericks inferiores que lucharon de tal modo en la recta final del encuentro que hasta fueron capaces de rozar el milagro, un milagro sin Derrick Jones Jr., que apenas pudo jugar 16 minutos, y sin Luka Doncic, que fue eliminado por faltas a 4:12 del final, en la que es su primera eliminación en un partido de playoff desde que llegara a la NBA.
El jugador del partido fue sin duda Jaylen Brown, que se marcó una segunda parte prodigiosa. Y la mejor noticia para Dallas fue la resurrección de Kyrie Irving, que anotó más puntos en el tercer partido que en la suma de los dos anteriores.
Brown no fue el máximo anotador de Boston, pero sí su líder en la pista. Sumó 30 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias, estuvo por encima del 50% en el tiro, defendió, se marcó un tercer cuarto imponente y logró tras el descanso 24 puntos.
Jayson Tatum acabó con 31 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias y Derrick White, importante en el desenlace del juego, finalizó con 16 puntos, 5 rebotes y 4 pases de canasta.
Trabajo personalísimo, como siempre, de Jrue Holiday, muy buena primera parte desde el triple de Sam Hauser y 8 puntos y 5 rebotes de Al Horford, que fue titular de nuevo y disputó 37 minutos. Xavier Tillman entró en la rotación por la baja de Porzingis y estuvo 11 minutos en cancha.
En Dallas, Irving se cargó el equipo a la espalda, más aún cuando Doncic desapareció de la pista al cometer su sexta falta. Irving finalizó con 35 puntos, asumió 28 tiros, estuvo acertado desde el triple y jugó nada menos que 44 minutos.
Mientras, Doncic fue de más a menos para terminar con 27 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias, mostrándose errático desde la larga distancia. Está haciendo un esfuerzo físico mayúsculo a causa del estado de su rodilla.
Estos dos jugadores estuvieron muy solos a lo largo de todo el partido, aunque al final levantaron el vuelo P.J. Washington (12 puntos y 8 rebotes) y Dereck Lively II (11 puntos y 13 rebotes). Tim Hardaway Jr. tuvo esta vez 19 minutos ante la falta de pista de Jones Jr., pero este Hardaway Jr. actual ni está ni se le espera.
Defensa, mucha defensa, y profusión desde el triple guiaron el triunfo visitante en un partido que empezó con un 22-9 en los primeros 6 minutos, minutos en los que la defensa de Boston fue un coladero en la pintura.
Luego Celtics ajustó sus desajustes, empezó a defender y cerró el cuarto con un 6-18 y un mate final de Tatum para el 31-30.
El segundo cuarto midió a dos equipos equilibrados y al descanso se llegó con 51-50 a favor de Dallas, en un partido de ganancia milimétrica de los espacios, físico, áspero, con los árbitros permitiendo muchísimos contactos de más y con Irving sosteniendo a su equipo mientras Tatum hacía lo propio con el suyo.
Fue en el tercer cuarto cuando más se le vieron las costuras a Dallas, justo en el cuarto en el que surgió el mejor Jaylen Brown y en el que Boston sacó a relucir sus mejores virtudes defensivas. Parcial de 19-35, con Jaylen Brown metiendo en el cuarto casi tantos puntos, 15, como todo Dallas.
Y el partido parecía totalmente decidido al inicio del último cuarto, cuando triples consecutivos de Brown y White pusieron la máxima en el marcador, un 70-91 a 11:06 del final que vaticinaba un auténtico infierno para el equipo texano, que en esos momentos daba muestras de impotencia indiscutibles.
Pidió tiempo muerto Jason Kidd y todo cambió. La relajación de los Celtics resultó tal que casi les cuesta el partido. ¡Parcial de 22-2 para Dallas para pasar del 70-91 al 92-93!, una auténtica locura, más aún cuando Doncic, que formó parte de la remontada, había cometido su sexta falta a 4:12 del final, una falta sobre Brown que fue revisada porque estuvo muy al límite. Su eliminación frenó en realidad la gran remontada de los suyos, que tras el 92-93 no pudieron rematar.
Mavericks aún llegó hasta el 98-100 con mate de Lively II a 1:20 del final, pero el último minuto le sirvió a Boston para enderezar una situación que se le había complicado inesperadamente y dejó sin premio la milagrosa reacción del equipo local, que de haber sido culminada habría hecho historia.
Estas Finales están ya vistas para sentencia. El 3-0 de Boston lo dice todo. A Dallas solo le queda intentar salvar la honra con alguna victoria.