Boston Celtics homenajeó justo antes del partido al recientemente fallecido Bill Walton y minutos después se comió a Dallas Mavericks con un gran primer cuarto en el que puso sobre la mesa todos los elementos distintivos que le pueden hacer campeón.
Arrancó dominante Boston su camino en busca del 18º título con el que dejar atrás a los Lakers. El equipo de Joe Mazzulla ofreció todo un generoso dispensario en materia defensiva a lo largo de la noche que dejó a Dallas en solo 9 asistencias (5 en los primeros 3 cuartos) y con tan solo 7 triples en su haber. Y a partir de su trabajo atrás dominó a su antojo el partido, mostrando, cuando se vio apurado en el tercer cuarto, que tiene hoy por hoy una marcha más que los Mavericks.
Jaylen Brown ejerció liderazgo en Celtics con 22 puntos, 6 rebotes, 3 robos y 3 tapones, mostrándose clave en los momentos más importantes del partido, y Kristaps Porzingis protagonizó un gran regreso ante su exequipo tras estar 38 días sin jugar. El letón resultó capital en el capital primer cuarto, momento del partido que ya implicó la ruptura del mismo con un Porzingis disruptivo. Completó Kristaps una excelente primera mitad y terminó el partido con 20 puntos, 6 rebotes y 3 tapones jugando solo 21 minutos.
Jayson Tatum acabó con 16 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias, aunque perdió 6 balones, y Derrick White brilló con luz propia en los dos lados de la pista, finalizando con 15 puntos y 5 asistencias tras un gran derroche físico.
Otro que también ofreció un partido más que interesante fue Jrue Holiday, mientras que Al Horford fue titular, jugó 30 minutos y sumó 10 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones en su primer paso hacia el que puede ser el primer anillo para un jugador dominicano.
En Dallas, Luka Doncic fue el mejor con 30 puntos y 10 rebotes, aunque solo pudo conectar una asistencia en todo el partido, siendo ejemplar la defensa de Boston a la hora de impedir que el esloveno hiciera mejores a sus compañeros.
Por el contrario, horrible partido de Kyrie Irving en su duro cara a cara con la afición céltica. Se fue del juego con 12 puntos y un 6 de 19 en el tiro que incluyó un 0 de 5 desde el triple. Irreconocible Kyrie.
El único jugador que secundó durante el partido a Doncic fue P.J. Washington, autor de 14 puntos y 8 rebotes, toda vez que cuando Dereck Lively II estaba aportando al equipo en el tercer cuarto se cargó rápidamente de faltas.
El partido fue prácticamente un monólogo local. Un parcial de 23-5 en el primer cuarto catapultó a Celtics hasta un 37-20 al final del período, con Porzingis anotando 11 puntos en 7 minutos.
Durante ese parcial, que a la postre marcaría el partido, zozobra absoluta de los Mavs, con Porzingis anotando con facilidad desde todas las posiciones, especialmente la media distancia, al quedar emparejado constantemente con jugadores de mucha menor altura. El taponazo que le puso el letón a Josh Green cuando buscaba el mate fue el colofón a un arranque espectacular del ex de Mavericks en particular y de los Celtics en general.
El segundo cuarto empezó con un matazo de Jaylen Brown, un Porzingis que no cesaba de hacer daño al rival y, en definitiva, una masacre en la pista con Dallas convertido en un equipo títere que cometía pérdidas y más pérdidas de balón, ¡hasta que Boston dobló a su rival y llegó a ponerse con 29 puntos de ventaja: 58-29!
Fue a partir de ahí cuando Boston se relajó un poco y Dallas empezó por fin a defender, llegándose al descanso con 63-42 en el marcador y consiguiendo entre el final del segundo cuarto y los primeros minutos del tercero un parcial Dallas de 14-35 con Luka Doncic ofreciendo sus mejores minutos de juego, lo que llevó a que el equipo de Jason Kidd redujera su desventaja de 29 a 8 puntos. Parecía que había partido.Pero tan solo era una ilusión.
Fue en ese momento clave, con 72-64 en el marcador, cuando Lively II cometió con rapidez su cuarta y quinta faltas, lo que rompió el equilibrio de juego logrado por Dallas, y fue entonces, cuando se vieron más apretados, cuando Celtics sacó a relucir que tenía escondida una marcha más, y con un parcial de 14-0 mató el partido. con Jaylen Brown poniendo un par de tapones y cerrando el parcial con un triple.
El cuarto final no sirvió absolutamente para nada porque todo estaba decidido. La tremenda superioridad local se tradujo en que la escuadra bostoniana llegó a tener otra vez una amplísima ventaja, y con 100-75 a 4:58 del final Jason Kidd tiró la toalla y sacó de la pista a todos sus hombres clave.
Sin historia este primer partido más allá de la superioridad de los Celtics y de la buena noticia para estos de ver a Porzingis totalmente recuperado de su lesión.