El escenario ya está montado: LeBron James jugará con su hijo Bronny James en los Lakers la próxima temporada.
Para que ello sea posible el equipo angelino ha seleccionado en el puesto 55 del draft a un jugador que no hubiera entrado en el draft por sus méritos deportivos.
LeBron y Bronny harán historia en la NBA a partir de hacer realidad un sueño que nadie ha logrado hasta la fecha, ya que será la primera vez que un padre y su hijo compartan temporada en la NBA, además jugando en el mismo equipo.
Por mucho que LeBron y Lakers intentaran minimizar su deseo de que este encuentro se hiciera realidad, era bien sabido que ese deseo resultaba irrefrenable, tal y como se ha demostrado en la segunda jornada del draft de 2024, la que se centraba en seleccionar a los 28 jugadores de la segunda ronda.
En los últimos puestos llegó Bronny, base de 1,87 y 19 años de edad que ofrece serias dudas en torno a su salud tras tener un grave problema cardíaco y que también ofrece amplias dudas respecto a lo que ha de ser su rendimiento como profesional en la NBA.
Bronny apenas promedió 4,8 puntos con USC en la NCAA, anotando un pobre 36,6% en el tiro de campo. Parece un jugador que todavía está verde para dar el salto, pero los lazos emocionales y la cuestión mediática han podido más que cualquier elemento racional.
LeBron cumplirá 40 años en diciembre. Y su formidable carrera deportiva precisaba, según su criterio, una guinda de este calibre.
James sigue dictando los designios de los Lakers. Su sueño ha sido alimentado por la franquicia una vez más, una franquicia que sigue moviéndose en torno a los deseos de su gran estrella, primero con la llegada del inexperto J.J. Redick como entrenador y ahora con la de Bronny James desde el draft.