Otra vez Jamal Murray. Segunda canasta ganadora del canadiense en la serie ante Lakers y esta vez no solo para ganar el partido sino también la eliminatoria. Ganaron los Nuggets 108-106 para superar 4-1 a los Lakers.
Ha sido una constante desde 2022. Cada vez que Nuggets y Lakers han llegado a territorio clutch, Denver ha dominado la situación. Y volvió a pasar en este quinto partido.
Lakers llegaba al encuentro con todas las urgencias del mundo, dispuesto a salvar su segundo match ball en contra, pero terminó perdiendo a pesar de jugar un gran partido.
Parte de culpa en el desenlace del juego la tuvo Darvin Ham, que en un partido a vida o muerte en el que su equipo estaba al bordo del K.O. afrontó los 3 minutos decisivos del partido habiendo agotado todos sus tiempos muertos, lo que incidió claramente en la jugada final.
LeBron James había puesto el 106-106 con 2 tiros libres faltando 26,3 segundos. Atacó Denver para ganar y Jamal Murray, que no mucho antes había metido un importante triple, se jugó otra bola ganadora, con un tiro a media distancia que entró limpio faltando 3,6 segundos. Era el 108-106. Y como Lakers no disponía de tiempos muertos tuvo que jugar desde el fondo de su canasta y sin opciones reales de tener un buen tiro. Ahí se agotó todo su crédito.
Denver deja fuera a Lakers por segundo año consecutivo, con un 4-0 y un 4-1. Denver está fuera del alcance de estos Lakers, por mucho que el equipo angelino haya sabido competir y el 4-1 sea un resultado demasiado duro para los merecimientos de los angelinos, que pelearon buena parte de los partidos.
Los Nuggets terminaron ganando a pesar de disponer de una tercera parte de tiros libres que su rival (9 intentos para los locales y 27 para los visitantes).
Ganaron con un gran Jamal Murray, autor de 32 puntos y 7 asistencias tras absorber 28 tiros de campo a pesar de tener tocado un gemelo. Otra vez respondió muy bien Michael Porter Jr., que sobreponiéndose a sus circunstancias personales sumó 26 puntos con excelentes porcentajes de tiro. Y Nikola Jokic, obviamente, no falló, a pesar de perder unos inusuales 7 balones. Suyos 25 puntos, 20 rebotes y 9 asistencias. Sus números y su juego son estratosféricos un día sí y otro también.
A ese trío estelar hay que sumar el trabajo de intendencia de Aaron Gordon, fundamental, tal y como atestiguan sus 46 minutos de juego. Hizo 7 puntos, 13 rebotes y 6 asistencias. Y la buena primera parte de Reggie Jackson, así como el trabajo defensivo de Kentavious Caldwell-Pope.
En Lakers, LeBron, LeBron y más LeBron. Incombustible. No se puede ser más competitivo. Lo dio todo y fue ejemplo a seguir para todos sus compañeros. Sumó 30 puntos, 9 rebotes, 11 asistencias y 4 robos en 44 minutos. No se esconde nunca.
Anthony Davis hizo una primera parte estupenda y una segunda mitad muy deficiente en la que solo lanzó una vez a canasta, anotando solo un punto tras el descanso. Se dio al menos en defensa, y puede que una acción con Porter Jr. le limitara en el juego por un problema en un hombro, pero lo cierto es que su segunda mitad dejó mucho que desear. En ataque desapareció. Terminó con 17 puntos y 15 rebotes.
Austin Reaves metió 19 puntos, 9 en el cuarto final, Rui Hachimura finalizó con 15 y D'Angelo Russell se mostró poco brillante con 14 puntos y 6 asistencias, exhibiendo una notable falta de puntería desde el triple. En cuanto a la suplencia de Lakers, poco aporta habitualmente, y así fue de nuevo.
A Lakers le toca repensar su situación. Desde ya se empezará a hablar de qué ajustes necesita el equipo para aspirar de verdad al anillo. Lo cierto es que se va de la temporada con al menos un título tras ganar el Torneo de Temporada.