Oklahoma City Thunder ha vuelto a poner en evidencia las miserias ofensivas de Pelicans. Tercer partido, tercera victoria para Thunder, tercera vez que New Orleans no llega a los 100 puntos. Esta serie está más que decidida. Por algo un equipo quedó primero del Oeste y el otro octavo tras casi desaprovechar tres oportunidades de ir a playoff jugando en casa.
Salvo en el primer partido igualado, Thunder se está paseando en este duelo. En el segundo ganó por 32 puntos y en este tercero de hoy por 21. Las anotaciones de Pelicans en los 3 partidos: 92, 92 y 85 puntos. Así a poco se puede aspirar.
Con ese penoso panorama ofensivo Willie Green prescindió por completo de Jonas Valanciunas en la segunda parte (jugó 12 minutos en la primera mitad y nada tras el descanso sin que se informara de lesión alguna). Y no se puede decir que el lituano, frágil en algunas facetas del juego, no pueda aportar puntos. Otro suicidio técnico de un entrenador que no parece muy ducho en manejar partidos con presión, y que fue, una vez más, pasado por encima por un técnico de primer nivel como es Mark Daigneault.
No lo hizo mal Larry Nance Jr., un buen jugador con muy buen tono defensivo, pero no es precisamente un jugador que fuera a desatascar el ataque de un equipo que ya tiene que jugar sin Zion Williamson, y que no está gozando de las mejores versiones de Brandon Ingram y C.J. McCollum.
Más allá de las dudosas decisiones de Green, estos Thunder son mucho más que estos Pelicans. OKC defiende, y defiende mucho. Lu Dort fue la cabeza visible de ese esfuerzo colectivo, atando bien cerca a Brandon Ingram en la primera parte y permitiéndose el lujo de aportar en ataque.
OKC es un equipo que juega como equipo y que tiene una estrella de primerísima fila, tanto que es finalista al premio de MVP.
Shai Gilgeous-Alexander volvió a responder, con 24 puntos, 8 asistencias y 4 robos, muy bien secundado por jugadores como Josh Giddey (21 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias) y Jalen Williams (21 puntos, 9 rebotes y 5 pases de canasta), que se llevó un buen topetazo a cargo de Ingram en la primera jugada del partido, teniendo que visitar los vestuarios para más tarde volver al juego.
Más allá de ese sobresalto inicial, Thunder dominó el juego a partir de un parcial de 14-0, llegando al descanso con ventaja de 46-60.
El tercer cuarto empezó con Larry Nance Jr. en el quinteto de Pelicans en lugar de Valanciunas, pero de poco sirvió. El cuarto terminó con 16 de ventaja para OKC, Pelicans no fue capaz de bajar de los 10 puntos de desventaja en toda la segunda parte y Thunder llegó a estar 24 arriba en un partido en el que Chet Holmgren puso 4 tapones, pero anduvo muy gris en ataque.
Pelicans perdió 20 balones, un desastre, estuvo por debajo del 40% en el tiro, no fue una amenaza desde el triple y mostró sus carencias a la hora de llegar a una instancia tan competitiva como es un playoff.
Brandon Ingram terminó con 19 puntos, C.J. McCollum sumó 16 más 7 asistencias, pero con 7 de 22 en el tiro, y Herb Jones añadió 15 puntos y 7 rebotes.
Esta eliminatoria se antoja más que decidida. OKC está refrendando todo aquello que mostró en temporada regular y Pelicans sin Zion no parece tener recorrido.