Lakers ha ganado a Pelicans 106-110 en el play-in del Oeste clasificándose para los playoffs como séptimo equipo de su conferencia, lo que le hará enfrentarse en la primera ronda de la postemporada contra los defensores del título, Denver Nuggets.
El equipo angelino ha sido el azote de Pelicans en estos últimos días. Los de Nueva Orleans han tenido dos ocasiones para clasificarse para jugar los playoffs y las dos veces han fracasado por culpa de los Lakers.
El 14 de abril Pelicans jugaba el último partido de fase regular contra Lakers y si ganaba se metía en los playoffs. Perdió. Y como Phoenix ganó su partido, New Orleans cayó al play-in.
Un par de días después volvían a enfrentarse Pelicans y Lakers, otra vez en Nueva Orleans, ahora ya inmersos ambos en el play-in, y la victoria ha vuelto a corresponder a la escuadra que entrena Darvin Ham.
Tendrá una tercera oportunidad para entrar en playoffs Pelicans, y por tercera vez en su casa, contra Kings o Warriors a la hora de redactar esta crónica. Empieza a cundir el nerviosismo en el equipo de Willie Green. No es para menos.
Triunfo con regalo envenenado para los Lakers, un regalo llamado Nuggets, pero triunfo al fin y al cabo, que era lo que de verdad importaba. Ante unos Pelicans que llegaron a remontar 18 puntos de desventaja, pero que vieron como su gran estrella, Zion Williamson, se caía del partido en el momento más inoportuno.
Zion llevaba 40 puntos y acababa de anotar el 95-95 quedando 3:19 para el final cuando se lesionó y tuvo que marcharse a los vestuarios con un tremendo cabreo y una frustración extrema que dejó traslucir lanzando una toalla contra el suelo. Fue un momento muy importante en el desenlace del encuentro.
Ganó Lakers tirando de quinteto inicial, de buen trabajo desde el triple y de momentos brillantes desde el punto de vista defensivo.
LeBron James terminó con 23 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias, estuvo perfecto desde los libres pero extremadamente mal, para lo que en él es habitual, en su precision ante el aro (6 de 20 en campo). D'Angelo Russell firmó 21 puntos, 7 asistencias y 5 triples, estando especialmente brillante en el primer cuarto, y Anthony Davis sumó 20 puntos, 15 rebotes y 3 tapones, siendo un buen soporte en la recta final del juego.
Todo el quinteto inicial de Lakers estuvo en doble dígito anotador, incluido Austin Reaves, autor de 16 puntos y 6 asistencias.
Entre la suplencia, discreta suplencia, destacar los buenos minutos de Gabe Vincent.
En Pelicans, 40 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias, con 17 de 27 en el tiro, para Zion Williamson antes de caer lesionado. Fue el gran baluarte local. Espectacular en su primer partido fuera de la temporada regular , ya que jamás ha jugado en su carrera NBA partido alguno de playoff. Fue una auténtica pesadilla para los Lakers. Puso un taponazo a LeBron y sacó a relucir todo ese potencial inmenso que atesora como jugador.
Tras él un abismo. El siguiente anotador fue Trey Murphy III con 12 puntos, un Murphy III que formó un muy buen trío en la segunda unidad con Jose Alvarado (10 puntos y 7 asistencias estando al borde del peligro por su intensidad, incluida su supervivencia a dos esguinces de tobillo) y con Larry Nance Jr., que terminó con 10 puntos, 12 rebotes y 5 pases de canasta.
En el lado negativo, el hecho de que Brandon Ingram, que acaba de regresar de una lesión, jugó solo 23 minutos en los que metió 13 puntos y especialmente la mala noche de C.J. McCollum, que venía de partidos estupendos y esta vez no funcionó en ataque, finalizando con 9 puntos tras un 1 de 9 desde el triple.
Los primeros minutos del partido tuvieron un ritmo trepidante, acierto desde el triple y anotación generosa, pero ya a partir de la segunda mitad del primer cuarto las defensas se fueron acomodando, algo que se hizo especialmente constatable en el segundo cuarto, con Lakers pasando de perder 36-26 a ganar 44-58 gracias a su labor defensiva.
En los primeros 9 minutos del cuarto Pelicans solo metió 8 puntos con un 4 de 19 en el tiro. Una canasta sobre la bocina de Zion Williamson, imparable toda la noche, puso el 50-60 al descanso, con 16-34 de parcial en el cuarto.
En el tercero Lakers alcanzó su mejor momento, con un par de ventajas de 18 puntos en un encuentro más físico, algo dormido y totalmente plegado a los intereses visitantes, con los árbitros permitiendo bastante contacto de los jugadores de Lakers en defensa. Pero de ese +18 se llegó a un 76-83 al final del cuarto.
Y ya en el último cuarto apretó más y más Pelicans hasta empatar a 93 y repetir varias igualadas a partir de ahí sin llegar, eso sí, nunca a ponerse por delante. Jugando los locales los minutos cruciales con los suplentes Trey Murphy III, Jose Alvarado y Larry Nance Jr. en cancha, jugadores que formaron parte activa de la remontada de su equipo.
Importante triple de Russell para el 100-104 a 50,3 segundos del final y buena mano desde los libres en el momento de la verdad tanto de Austin Reaves como de Anthony Davis para un triunfo que asegura a Lakers la supervivencia competitiva más allá del play-in.