Sixers se impuso este domingo con facilidad a los Suns para firmar su cuarta victoria consecutiva y ponerse con marca de 4-1. Triunfo por 112-100 tras un final de partido en el que la amplia ventaja local preñó de tranquilidad las gradas del Wells Fargo Center.
Phoenix, por su parte, volvió a ofrecer muchas deficiencias, en parte debido a la baja conjunta de Devin Booker y Bradley Beal, jugador este último que aún no ha debutado con su nuevo equipo. Y los de Frank Vogel presentan un balance negativo de 2-4 en este inicio de competición.
Philadelphia tuvo el partido bajo control y en la recta final pegó el estirón definitivo para ponerse con 18 puntos de ventaja (104-86) a 5:32 del final, a partir de lo cual no hubo ninguna duda ya de qué equipo sería el vencedor.
Funcionó de nuevo muy bien el núcleo duro del equipo de Nick Nurse, integrado por Joel Embiid, Tyrese Maxey, Kelly Oubre Jr. y Tobias Harris.
Mención especial para Oubre Jr., que se ha adaptado a su nuevo equipo muy rápidamente y que está rindiendo a un gran nivel. Ante Suns, tras una gran primera parte, terminó el partido con 25 puntos.
Embiid hjizo 26 puntos y 11 rebotes, anotando los 3 triples que intentó, Maxey sumó 22 tantos y 10 asistencias y Harris se fue a 18 puntos y 10 rebotes, demostrando hasta la fecha que es un jugador que aprovecha al máximo sus no numerosos toques de balón. Efectividad notable la de Tobias.
Phoenix se quedó en un pobre 36% en el tiro y no supo aprovechar ni las muchas pérdidas de balón del rival, ni el desequilibrio arbitral a la hora de pitar faltas a unos y a otros, ni la fuerza limitada de la segunda unidad local.
Kevin Durant bregó en la pista demasiado solo. Hizo 31 puntos y 8 rebotes y estuvo completamente desasistido, con Eric Gordon y Jusuf Nurkic, aunque al bosnio le costó dios y ayuda anotar ante Embiid, como únicos apoyos dignos de una mínima mención entre el quinteto titular, mientras que Drew Eubanks volvió a ser de largo el mejor suplente de Phoenix.