Partido con doble morbo en San Francisco entre dos equipos punteros del Oeste. Medían sus fuerzas en la jornada de apertura de la temporada Warriors y Suns, y han sido los de Phoenix los que se han llevado el gato al agua al ganar 104-108.
Ese doble morbo rodeaba a las figuras de Chris Paul y Kevin Durant. El primero debutaba con los Warriors y lo hacía jugando contra su exequipo; el segundo visitaba la cancha de su también exequipo.
El partido fue una montaña rusa en la que Devin Booker puso orden liderando a los suyos con 32 puntos, 6 rebotes y 8 asistencias, una montaña rusa porque a partir del segundo cuarto el sube y baja fue de primer orden, con Warriors anotando 18, 40 y 18 puntos en los tres cuartos finales y con Phoenix recuperando la situación tras perder el rumbo en el tercer acto, 12 minutos en los que encajó un tremendo 40-19.
El inicio del partido fue de Suns y la continuación de Warriors para acabar 28-28 en el primer cuarto. El segundo acto colocó al descanso a los Suns con sólida ventaja de 46-61, con los de Steve Kerr yéndose a vestuarios con un paupérrimo 31% en el tiro.
No era de extrañar, porque la primera mitad de los hombres importantes de Golden State fue un auténtico desastre. Entre Stephen Curry, Klay Thompson, Andrew Wiggins y el debutante Chris Paul... 9 de 35 en el tiro de campo con 3 de 16 desde el triple. Y por si fuera poco Jonathan Kuminga practicamente inédito, al solo poder jugar 5 minutos por culpa de las faltas.
Suns, donde se estrenaba Frank Vogel, tenía, mientras, a Booker ya con 21 puntos y al debutante Jusuf Nurkic con un loable doble-doble.
Pero llegó el tercer cuarto y todo cambió. Con Curry metido en problemas de faltas, que también tendría en el cuarto final, Warriors endosó un parcial de 30-7 a su frival para darle la vuelta al marcador y poner un inesperado 76-68, justo coincidiendo con los mejores minutos de Chris Paul, que había acabado la primera parte con 0 de 6 en el disparo.
Acabó el tercer cuarto con 86-80 para los locales, un cuarto que había empezado con un monumental susto cuando una señora espectadora se llevó un golpetazo y tuvo que ser llevada camino de los vestuarios para ser atendida, no sin antes alzar el brazo en señal de que estaba bien e incluso enarbolar un pañuelo ante el delirio de la grada.
El cuarto final resultó muy igualado y su desenlace no estuvo carente de acierto ofensivo, con un triple de Josh Okogie sobre la bocina de la posesión para el 99-103, otro del desacertado Eric Gordon para poner el 101-106 a 43,9 segundos del final y un tercero de Stephen Curry para dar esperanzas a la afición local al colocar el 104-106 con 30,6 segundos por disputar. Pero la canasta en penetración de Nurkic a pase de Booker, faltando 10 segundos, decidió el choque.
Phoenix venció a pesar de extraviar 19 balones y ceder 18 rebotes en su aro. Lo hizo con Booker al frente, con 18 puntos y 10 rebotes de un gris Durant, con 17 puntos de un notable Okogie y con 14 puntos y 14 rebotes de un convincente Nurkic.
En los Warriors, que acabaron con un 35,6% en el tiro de campo y un 10 de 43 desde el triple, Curry sumó 27 puntos, Klay Thompson 15, pero con 6 de 18 en el tiro, y Chris Paul, mal también de cara al aro, concluyó con 14 puntos y 9 asistencias. Bien Moody en la primera parte, bien Kuminga en la segunda, algunos momentos buenos de Saric y buen trabajo defensivo de Payton II.
Faltaron a la cita por lesión el local Draymond Green y el visitante Bradley Beal.