Exhibición de carácter de Sacramento Kings. El equipo de Mike Brown no solo jugó bien bajo la máxima de las presiones, sino que se permitió el lujo de ganar con absoluta comodidad a los defensores del título cuando estos tenían un match ball a su favor jugando en casa.
Sacramento derrotó por 19 puntos a los Warriors en San Francisco y tendrá la oportunidad de buscar el pase a la segunda ronda el próximo domingo jugando el séptimo y último encuentro en casa. El espíritu Light the Beam sigue vivo.
Todos aquellos que pensaban que Sacramento era un equipo exclusivamente ofensivo llamado a brillar en la fase regular pero condenado a desfondarse en los playoffs tendrán que cambiar de discurso. Gane o pierda la serie, Sacramento está demostrando una gran entereza competitiva y está ofreciendo retazos defensivos interesantes, que hoy han resultado decisivos, porque los Kings han defendido a gran nivel en el sexto partido y han desvencijado por completo la experimentada y exitosa ofensiva de Warriors.
Hay que tener ímpetu, carácter y confianza en sí mismo para ganar por 19 puntos en el Chase Center (99-118) en un sexto partido a vida o muerte a pesar de los graves problemas de faltas de Domantas Sabonis, del dedo fracturado de De'Aaron Fox en su mano de tiro y del ambiente hostil propio de jugar un partido decisivo como visitante.
Todo eso no ha sido obstáculo para que los Kings hayan dominado el partido con solvencia a partir del segundo cuarto, con ventajas máximas de 11 puntos en el transcurso del segundo acto, 13 puntos en el tercer cuarto y 19 en el último.
Malik Monk, inexplicable que los Lakers no lo mantuvieran en sus filas, y De'Aaron Fox lideraron el ataque visitante. El primero terminó el juego con 28 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias y muy buena efectividad en el tiro; el segundo firmó 26 puntos y 11 asistencias, estando por encima del 50% en el lanzamiento de campo.
El novato Keegan Murray hizo una gran primera parte para desfallecer en la segunda en ataque, pero fue el jugador de Kings que más minutos jugó, 45, para terminar con 15 puntos y 12 rebotes. Notable su labor atrás.
Además, muy destacable la aportación al triunfo del ex de Spurs Trey Lyles, que sumó 12 puntos y 10 rebotes, y que fue el hombre que tuvo que suplir las ausencias de Sabonis. Y esencial el acierto en el cuarto final de Kevin Huerter para abrir la brecha en el marcador con un par de triples que llevaron el electrónico a un 96-112 a 4:54 del final, un Huerter que estaba protagonizando hasta ahora una muy mala serie en el tiro.
Sabonis cometió su quinta falta a 6:23 del final del tercer cuarto y su sexta a 5:17 de la conclusión del partido. Ambas fueron evitables. No tuvo, desde luego, su noche Sabonis, que acabó con un párpado inflamado y con herida debido al codazo que recibió de Kevon Looney en un salto entre dos en el segundo cuarto, un codazo que los árbitros se comieron.
Los Kings tuvieron momentos brillantes en defensa, a los que se sumó una caraja infinita en ataque de unos Warriors que acabaron el partido con un 37,6% en el tiro de campo, con solo 10 triples anotados, con 20 asistencias y con 19 pérdidas de balón, todos números anómalos para lo que ha de ser un ataque normal de Golden State.
A eso hay que sumar que Warriors cedió 18 rebotes en su propia canasta y que los suplentes visitantes fueron superiores a los locales.
De nada sirvieron los 29 puntos de Stephen Curry ni los 22 de Klay Thompson, que brilló en el primer tiempo y se apagó en el segundo.
Poco más en un ataque de Warriors que por momentos resultó caótico y sin ninguna traza ganadora, mientras que la defensa local se las veía y se las deseaba para formarse ante la celeridad del juego de Sacramento, siempre buscando el golpe directo.
Ni Andrew Wiggins estuvo bien -llegó a fallar 3 libres consecutivos en el cuarto período, en plena fase de descomposición de su equipo-, ni lo estuvo especialmente Jordan Poole, que volvió a resultar decepcionante con un 2 de 11 en el tiro.
Draymond Green se cargó de faltas en el primer tiempo, pudiendo jugar solo 10 minutos, y a pesar de terminar el partido con 10 asistencias estuvo lejos de su mejor tono, mientras que Kevon Looney acabó con 7 puntos y 13 rebotes, no siendo el Looney arrebatador de pasados partidos.
Lo malo para Warriors es que tendrá que afrontar el séptimo juego como visitante, la que ha sido su cruz durante toda la temporada; lo bueno es que los Warriors son los Warriors. Pero, ¡cuidado!, que los Kings han vuelto a demostrar que son los Kings. Sí, el equipo que quedó tercero del Oeste en temporada regular y al que muchos siguen ninguneando.