Lakers se ha impuesto 108-102 en la prórroga a Minnesota en el play-in para acceder a los playoffs por la vía agónica. En ellos se enfrentará en la primera ronda a Memphis Grizzlies. El Lakers-Timberwolves tuvo de todo y eso siempre está bien.
Hubo muchos fallos, pero sobre todo hubo pasión, intensidad, igualdad, emoción, cambios de guion y mucho espíritu competitivo con defensas al límite. Hubo, en definitiva, baloncesto para bien y para mal, algo que suele faltar en demasía en la temporada regular. El play-in sigue deparando emociones fuertes.
LeBron James lideró a los Lakers con 30 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias, aunque su equipo hizo un -17 con él en cancha. Anthony Davis se fue a 24 puntos, 15 rebotes y 3 tapones y Dennis Schröder brilló tras el descanso y fue decisivo, terminando con 21 puntos, y un +21 de Lakers bajo su presencia en pista.
En Minnesota, 24 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias y 3 tapones de Karl-Anthony Towns, que se apagó en la recta final según se cargaba de faltas, 23 puntos y 6 de 8 desde el triple para un inspirado Mike Conley, que forzó la prórroga, 14 puntos de Taurean Prince, acertado desde el triple, y gran noche de Kyle Anderson, autor de 12 puntos, 13 asistencias, 5 rebotes, 4 tapones y 4 robos.
En el lado negativo dos jugadores: el local D'Angelo Russell (2 puntos, 8 asistencias y 1 de 9 en el tiro), al que no se vio bien físicamente, y el visitante Anthony Edwards (3 de 17 en campo, con 0 de 9 desde el triple), que puso un tapón monumental a Hachimura en la última jugada del primer cuarto y que se dio un auténtico costalazo sin consecuencias en el tercero.
Estuvieron mal los 3 ex de Timberwolves que militan en Lakers: D'Angelo Russell, Malik Beasley y Jarred Vanderbilt.
Fue el de hoy un partido físico, lleno de exigencias corporales y mentales, de idas y venidas, de nervios sin fin que llevaron a un 19-12 en el cuarto final, y a que Minnesota perdiera tras meter solo 16 puntos en los últimos 17 minutos del encuentro (cuarto período y prórroga).
Minnesota se hundió en la recta final del partido. Antes de eso, el equipo de Chris Finch -jugando sin Rudy Gobert, Jaden McDaniels y Naz Reid- había dominado el marcador, llevando durante toda la noche a los Lakers a remolque, hasta ponerse con 15 puntos de ventaja a mitad de tercer cuarto tras dos triples de Taurean Prince y Kyle Anderson, dos jugadores vitales en el trabajo defensivo del equipo, y Anderson también en la construcción del juego.
El equipo visitante circulaba el balón con coherencia, se movía con tono agreviso en defensa y tenía a los Lakers contra las cuerdas. Pero ahí surgió la primera reacción de Lakers, una reacción impulsada desde la mejora defensiva y desde una cierta permisividad arbitral que derivó en que en los primeros 16 minutos de la segunda parte los árbitros pitaran 2 faltas a los locales y 11 a los visitantes, con Karl-Anthony Towns, actor principal hasta entonces de Minnesota, cargándose de personales.
La segunda reacción de Lakers, basada también en la defensa, hundió a su rival. Minnesota anotó su punto 95 a 6:01 del final del cuarto cuarto y estuvo desde entonces 6 minutos, los finales, sin meter un solo punto. Hasta que llegó el milagro en forma de error garrafal de Anthony Davis.
Dennis Schröder, que se había torcido un tobillo en el segundo cuarto y que reaccionó muy bien tras el descanso, anotó un triple ganador con 1,4 segundos por jugar, el que ponía el 98-95. Pero Minnesota consiguió llevar el partido a la prórroga porque Davis le hizo falta a Mike Conley cuando este buscaba el triple del empate de forma angustiosa. Tres tiros libres con una décima de segundo por jugar. Y Conley metió los 3, el primero de auténtico milagro, para poner el 98-98, forzar la prórroga y redondear una actuación sobresaliente.
Es decir, Minnesota no anotó en los 6 minutos finales hasta que hizo 3 libres en la última décima de segundo del cuarto para forzar la prórroga. Una locura.
Ya en el tiempo extra Lakers siguió con su férrea y efectiva defensa, y con un 10-4 puso el definitivo 108-102, con Dennis Schröder volviendo a ser letal al anotar 2 libres cruciales a 8,4 segundos del final.
Fue otro final loco, como el del cuarto cuarto. Con 105-102, Conley robó un balón, al estilo de cómo lo hizo Prince en la recta final del útlimo cuarto, y Prince tuvo triple para poner el 105-105, pero erró el tiro. Y a partir de ahí todo se resolvió, empezando por los libres de Schröder.
Lakers se mete en los playoffs tras una notable mejora en la recta final de la temporada. Pero ahora vienen curvas. Veremos qué es capaz de hacer ante los Grizzlies.