Los muy infravalorados Knicks ya están en los playoffs, y es el segundo viaje a la postemporada del equipo de Tom Thibodeau en los últimos tres años. Fantástico el trabajo del cuerpo técnico de New York y formidable la irrupción en la temporada de Jalen Brunson.
Sin Julius Randle y RJ Barrett, Knicks se impuso 118-109 a unos Wizards que ya ni siquiera disimulan su rendición formulada partidos atrás, unos Wizards que juegan sin Bradley Beal, Kyle Kuzma y Kristaps Porzingis, y que con 34-44 están prácticamente fuera de los playoffs tras una frustrante temporada.
Knicks vive en el polo opuesto, en el del idilio con la competición tras firmar 4 victorias consecutivas que han certificado lo que todos esperaban: su pase a la postemporada.
El 46-33 de los neoyorquinos refleja el estado de las cosas, un estado de equilibrio, felicidad y espera, con la esperanza de que los próximos playoffs no acaben tan pronto como los de hace un par de años.
Importante en el partido la reacción del equipo de Thibodeau en el tercer cuarto, un equipo que contó con 4 jugadores anotando más de 20 puntos.
Jalen Brunson, temporada para enmarcar, sumó 27 puntos, 8 asistencias, 3 robos y un 55% en el tiro de campo, Quentin Grimes acertó con 6 triples y terminó con 27 puntos también, Immanuel Quickley añadió 22 tantos y Obi Toppin, que está siendo titular por Randle, se fue a 21 puntos con un 9 de 15 en el tiro.
Buen trabajo atrás de jugadores como Mitchell Robinson y Josh Hart y muy buenos minutos de Isaiah Hartenstein.
Washington, que perdió 18 balones, tuvo como máximo anotador a Corey Kispert con 29 puntos.