Una conjunción inequívoca: los Knicks defendieron a grandísimo nivel y el ataque de los Cavaliers fue una absoluta calamidad. No se sabe qué fue antes, si el huevo o la gallina, pero lo cierto es que Cleveland se fue del Madison habiendo anotado solo 79 puntos.
Esos 79 puntos son la cifra más baja de toda la temporada en la NBA, tanto en los incipientes playoffs como en toda la fase regular. Y New York ganó por un contundente 99-79 tras llegar a ir aplastando a su rival por 27 puntos en el cuarto final.
El triunfo rompe la igualdad reinante en la serie y ahora Knicks se adelanta 2-1.
Fue un partido muy de playoff, en el buen y en el mal sentido de la palabra. Resultó físico y exigente, pero es que los porcentajes de los Cavs fueron desastrosos.
Cleveland terminó el partido con un 7 de 33 desde el triple y 20 pérdidas de balón, pero peor aún se mostró en la primera mitad, cuando cayó 45-32 tras encestar el 31% de sus tiros de campo, con 2 de 19 desde el triple, además de dar solo 6 asistencias y perder casi tantos balones, 12, como canastas metidas, 13.
Ya por entonces, al descanso, quien mejor personificaba la debacle ofensiva visitante era Darius Garland, que en la primera mitad presentó un 1 de 12 en el tiro de campo, para terminar el partido con un espantoso 4 de 21. El momento que resumió su penosa noche llegó en los inicios del último cuarto, cuando falló una bandeja fácil y al irse de la pista con el impulso dando la espalda a la grada pisó a un cámara de televisión y se torció un tobillo. ¡Vaya noche la de Garland!
Estos Knicks son rocosos y defienden muy bien, a la imagen y semejanza del ideario Thibodeau.
Jalen Brunson lideró a los suyos con 21 puntos y 6 asistencias y RJ Barrett remontó el vuelo tras estar mal en los dos primeros partidos. Esta vez, 19 puntos y 8 rebotes tras hacerlo muy bien en la primera parte.
Además, muy bien los suplentes locales, con 13 puntos y 6 rebotes de Josh Hart y también buenos desarrollos en pista de Obi Toppin e Isaiah Hartenstein, sin que lo hiciera mal Immanuel Quickley.
Los Knicks funcionaron muy bien a pesar de tener Julius Randle uno de esos días suyos en los que parece una escopeta de feria. Y el público dedicó una tremenda ovación a Derrick Rose cuando saltó a la pista en los minutos de la basura, después de que esta temporada se cayera completamente de la rotación de Thibs.
Los Cavs, muy mal. Donovan Mitchell metió 22 puntos, Caris LeVert hizo 17 y Evan Mobley un doble 10 puntos-rebotes.
Mal Jarrett Allen, nefasto el ya mencionado Darius Garland y 5 minutos grises para Ricky Rubio, al que se le ve limitado físicamente para afrontar estos playoffs.