Los suplentes de Phoenix Suns marcaron la diferencia ante los Sixers, pero si hubo algún jugador que brilló con luz propia en la noche del sábado en Phoenix ese fue Bismack Biyombo, que lució juego como titular en lugar del lesionado Deandre Ayton.
Biyombo resultó clave en el triunfo local (125-105) con su labor en ambos lados de la cancha. En ataque se mostró especialmente eficiente de cara al aro y rompió al rival con sus rebotes ofensivos y en defensa controló bastante bien las arremetidas del más prolífico anotador de la temporada, Joel Embiid.
Sus números reflejan lo importante que fue en la cancha. Biyombo terminó con 17 puntos, 13 rebotes (¡8 ofensivos!) y 5 tapones. Y, hay que reiterarlo: su trabajo defensivo estuvo a la altura de su bien ganada fama como buen defensor.
Devin Booker lideró la ofensiva local con 29 puntos y Chris Paul trazó el armazón del juego con sus 13 puntos y 7 asistencias, encarando escasamente el aro, pero quienes marcaron la diferencia fueron los suplentes.
La segunda unidad de los Suns se mostró implacable. Anotó 53 puntos por los 17 de la segunda unidad rival, pero lo más importante es que fue durante su presencia en la cancha cuando se rompió el partido en el cuarto final, cuarto final que acabó con un contundente 36-22.
Entre esos suplentes exitosos destacar a T.J. Warren (16 puntos y 8 rebotes), Terrence Ross (15 puntos y 7 rebotes) y Cameron Payne (15 puntos y 7 asistencias).
El equipo de Monty Williams se mostró clarividente en ataque, estando por encima del 50% en el tiro y sumando 35 asistencias por solo 7 pérdidas de balón.
Phoenix respira un poco tras una mala racha de resultados jugando sin Kevin Durant y Deandre Ayton, y se sitúa cuarto en solitario en el Oeste a la espera de la rápida reincorporación de Durant.
La vida, mientras, no es fácil para los Sixers sin James Harden. El equipo ha perdido fuelle en los últimos partidos y solo ha ganado uno de los últimos 4 que ha disputado.
De nada sirvió esta vez el partidazo de Tyrese Maxey, autor de 37 puntos con un 14 de 19 en el tiro de campo. Anotó Maxey 7 triples.
Joel Embiid se quedó en tierra de nadie. Buen partido, 28 puntos y 10 rebotes, aunque viendo su temporadón esos 28+10 parecen poca cosa, cuando para cualquier otro jugador constituirían una gran noche.
Lo peor para Sixers es que no hubo nadie detrás de Maxey y Embiid. Si acaso un poquito Tobias Harris, sin estar ni siquiera bien. Y los suplentes, un horror, avasallados por los suplentes locales, que se pegaron un homenaje que bien mereció la victoria que consiguieron.