Mucho glamour, lo que se entiende actualmente por glamour, en torno a la figura de LeBron James en la noche en la que se convirtió en el máximo anotador de la historia de la NBA superando los puntos anotados en temporada regular por Kareem Abdul-Jabbar.
En las cercanías de la pista del Cryto.com Arena, presenciando el partido Lakers-Thunder en esos lugares que valen un pastizal, celebridades muy vinculadas al baloncesto, ya sea por la parte emocional como aficionados reconocidos o incluso por la faceta empresarial.
Se pudo ver en el pabellón a músicos como Bad Bunny, Jay-Z o LL Cole J, a celebridades del mundo del cine como Denzel Washington, Woody Harrelson o Dyan Cannon, al boxeador Floyd Mayweather, al extenista John McEnroe o al exjugador de fútbol americano Shannon Sharpe, entre otros muchos.
Leyendas de los Lakers como Magic Johnson, James Worthy y AC Green hacían corrillo, Bob McAddo daba una entrevista a la televisión, Dwayne Wade paseaba por la zona y Kareem Abdul-Jabbar asistía al partido sabiendo en un momento dado que su récord iba a pasar a mejor vida, aplaudiendo el mítico jugador en el momento en el que LeBron firmó el nuevo récord con un tiro de 6 metros y saltando a la pista para la celebración oficial junto al comisionado e la NBA, Adam Silver.
En la cancha también la familia de LeBron, su madre, su esposa, sus 2 hijos y su hija pequeña, y pululando entre todos el ubicuo Rich Paul.
En plena celebración llegó también la felicitación a LeBron del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a través de un vídeo grabado de 34 segundos de duración, toda vez que Biden estaba inmerso en pleno Estado de la Nación, un momento álgido en el curso político del país cada año.
Mientras, en el momento de la celebración oficial, con el juego parado durante muchos minutos, como es tradición en Estados Unidos, LeBron era incapaz de contener su emoción y arrancaba a llorar.