Monumental descalabro de Milwaukee Bucks ante Charlotte Hornets jugando en casa (109-138). Esta NBA es cada día más proclive a desconexiones, remontadas, palizas, sorpresas, y en la presente temporada se está abonando a la igualdad en la clasificación. Pero lo de hoy sí que ha sido un auténtico estallido inesperado.
Entraba Hornets en el partido empatado como el peor equipo de la temporada y se enfrentaba a una escuadra que se halla en la parte más noble del Este. Pues bien, explotó Terry Rozier desde el principio y con él todo su equipo, unos Hornets que no hacían más que acumular derrotas y que hoy, por el contrario, han hallado una victoria espectacular no exenta de récords.
El primer cuarto fue espeluznante: ¡Bucks 28 Hornets 51! Esos 51 puntos igualan un récord en la historia de la NBA, el de más puntos en un primer cuarto que hasta ahora tenía en solitario Warriors desde 2019. Además, esos 51 puntos son el récord de la franquicia de Hornets para cualquier cuarto.
Los visitantes anotaron el 69% de sus tiros en ese primer acto, metieron 7 triples, arrasaron en el rebote y rindieron una relación absolutamente increíble con 14 asistencias, 4 robos y 0 pérdidas en el cuarto, con Rozier anotando 17 puntos y con todo el quinteto titular rindiendo a un nivel maravilloso.
A partir de ahí Milwaukee demostró una preocupante incapacidad para remontar lo suficiente para meterse al menos un poco en el partido.
Al descanso, 60-84. Esos 84 puntos, la segunda mayor anotación en la historia de Hornets para cualquier media parte. De nada le servía a Milwaukee haber metido 13 triples superando el 50% de efectividad. Anteto solo llevaba 6 puntos, Holiday sumaba 4 y los Hornets se mostraban intratables, con 14 triples anotados y una relación de 21 asistencias y solo 2 pérdidas de balón.
El resto del partido sobró, con Hornets terminando la noche con un 35-1 en puntos anotados a partir de pérdidas (Charlotte robó 11 balones y solo perdió 5) y con un 24-11 en puntos anotados a partir de segundas oportunidades.
Steve Clifford tuvo por fin una gran satisfacción, como la tuvo Rozier en su mejor partido de la temporada: 39 puntos. LaMelo Ball sumó 24 puntos y 12 rebotes sin pérdidas de balón y P.J. Washington 23 puntos. Entre los 3 metieron 18 triples.
El otro hombre importante de la noche fue Mason Plumlee, el jugador pegamento, la pieza que ensambla lo que no puede en apariencia pegarse. Hoy, 17 puntos, 15 rebotes y 6 asistencias, con una gran primera mitad.
Y todo ello jugando sin Kelly Oubre Jr. y Gordon Hayward.
A Milwaukee solo le funcionó el triple (ambos equipos anotaron 20). Pero de nada valió con una defensa tan patética.
Bobby Portis fue el mejor local con 19 puntos y 12 rebotes, en la peor noche que se le recuerda en la temporada a Giannis Antetokounmpo, que hizo 9 puntos, jugó 22 minutos y tuvo un -21 su equipo con él en pista.
En definitiva, partido para olvidar de Bucks y fiesta inesperada de los Hornets.