Concita la admiración de la inmensa mayoría de los aficionados. Más allá de los colores de cada uno, Klay Thompson está en el corazón de muchos seguidores de la NBA y ese corazón se ha llenado viendo su espectacular actuación de hoy.
En un partido no apto para cardíacos, Warriors ha ganado en doble prórroga a Hawks 143-141 tras anotar sobre la bocina de la segunda prórroga Kevon Looney la canasta ganadora, una canasta plena de fe, basada en la perseverancia, apoyada en la agresividad a la hora de buscar el rebote ofensivo. Y el Chase Center ha explotado. Porque Golden State ha vivido al borde del abismo y se ha salvado.
Klay Thompson ha sido el hombre del partido. Emergió el mejor Thompson, ese jugador que podía jugar minutos y minutos y lanzar y lanzar a canasta sin cansarse, ese jugador letal desde el triple, ese tipo que constituía una amenaza ofensiva de primer orden.
El escolta se ha ido esta noche a 54 puntos, quedándose a 6 de su mejor anotación de siempre, de aquellos 60 puntos que anotó jugando solo 3 cuartos en una noche inolvidable de 2016.
Hoy, 54 puntos y 8 rebotes, 10 triples anotados (10 de 21) y 21 de 39 en el tiro de campo, que hay que tener piernas para lanzar casi 40 disparos de campo en un partido de élite. Anotó 54 Klay disponiendo solo de 2 libres, jugó 46 minutos, lo que ya es noticia, y su equipo hizo un +13 con él en pista, y estos Warriors (20-18) siguen sobreviviendo más bien que mal sin poder contar con Stephen Curry y Andrew Wiggins, a los que hoy se unían también Jonathan Kuminga, JaMychal Green y el casi desterrado James Wiseman.
La victoria de Warriors se ha basado, más allá de la poderosísima actuación de Thompson, en jugadores que puntualmente han resultado decisivos. Por ejemplo, Donte DiVincenzo al mantener vivo a su equipo forzando la primera prórroga con un triple a última hora. Por ejemplo, Draymond Green, parco en anotación, metiendo un triple inesperado en el segundo tiempo extra cuando faltaban 42,9 segundos. O, sin ir más lejos, Looney venciendo sobre la bocina tras el triple errado por Klay. Así se escriben los triunfos.
Importante Looney con 14 puntos y 20 rebotes, nada menos que la mitad ofensivos. Importante Green a pesar de solo hacer 5 puntos, porque además de ese triple crucial sumó 13 rebotes, 11 asistencias y 3 tapones. Importante Anthony Lamb con 17 puntos y 7 rebotes. E importante, aunque cuestionable, Jordan Poole, que metió 28 puntos, pero que por momentos fue un lastre para los suyos con 11 de 31 en el tiro (2 de 12 desde el tiro de 3).
Golden State abusó del triple sin tirar bien, pero a cambio dominó el rebote de forma rotunda, con 23 capturas ofensivas, y fue esa faceta la que le dio el triunfo sobre la bocina con la acción de Looney.
Fue un partido con 3 finales, 3 finales en los que Trae Young funcionó sin obtener premio alguno.
La estrella visitante terminó con 30 puntos y 14 asistencia, pero con un 8 de 22 en el lanzamiento a canasta. Y muchos compañeros le secundaron en ataque: John Collins (25 puntos y 13 rebotes), Dejounte Murray (25 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias), Bogdan Bogdanovic (21 puntos), De'Andre Hunter (17 puntos) y Onyeka Okongwu (16 puntos y 12 rebotes). Pero todo ese caudal ofensivo no sirvió para nada.
Hawks (17-20), equipo que está yendo de más a menos, jugó otra vez sin Clint Capela -lesionado-.