Segunda victoria de Denver Nuggets en su historia en el día de Navidad, un segundo triunfo que llega nada menos que 28 años después del primero, que fue ante un equipo que ya no existe, Seattle Supersonics.
El partido tenía, entre otros alicientes, ver el duelo Nikola Jokic vs. Devin Booker, pero a la hora de la verdad el duelo no existió. Booker apenas duró 4 minutos y 20 segundos en la cancha antes de resentirse de su lesión y abandonar el juego para no volver a él. Mientras, Jokic firmó otra noche galáctica, de esas que le han llevado a ser 2 veces MVP.
Mega MVP. Así se podría definir el partido del serbio en una noche de Navidad en la que Denver Nuggets se impuso 128-125 en la prórroga a Phoenix Suns para quedar como líder en solitario del Oeste con marca de 21-11 tras la derrota de Memphis ante Warriors.
Sí, estos Nuggets son actualmente líderes del Oeste y lo son con un Jokic imponente, que en la última semana está ofreciendo un rendimiento sideral.
Lo de hoy ha sido colosal. Suma ya 83 triples-dobles en la NBA, pero el de esta noche ha sido un triple-doble sobrado se mire por donde se mire: 41 puntos, 15 rebotes y 15 asistencias. La estrella local metió 16 de sus 25 tiros de campo en este triple-doble con sabor a terremoto de grado 9 en la escala de Richter.
Jokic fue un coloso, pero Jokic no estuvo solo. Grandísimo partido de Aaron Gordon, autor de 28 puntos, 13 rebotes (7 ofensivos) e importante en el final de la prórroga, con un mate que en principio los árbitros anularon por falta ofensiva, pero que la revisión reivindicó porque Landry Shamet se estaba moviendo.
Además, muy buen partido, a pesar de no estar fino en el tiro, de Jamal Murray, que terminó con 26 puntos. Se ve cómo Murray va afinando poco a poco su juego tras superar su grave lesión de rodilla, y esa es la mejor de las noticias para Denver, que tuvo a Kentavious Caldwell-Pope con 15 puntos y que no gozó de un buen Michael Porter Jr., aunque lo importante es que este también vaya atrapando poco a poco su pico de forma.
El partido terminó en su tiempo reglamentario 113-113 tras un mate de Murray anotado a 10,7 segundos del final. Luego vino una falta en ataque de Mikal Bridges, que se redimió inmediatamente después al poner un tapón a Murray cuando este buscaba la cesta del triunfo.
Ya en la prórroga, importancia de Gordon en los últimos segundos y fallo desde el triple de Shamet cuando buscaba una segunda prórroga.
Shamet fue un baluarte para Phoenix. Partió como suplente, agrandó su figura en cancha a partir de la lesión de Booker y terminó con 31 puntos y 6 asistencias tras meter 7 triples después de lanzar nada menos que 17.
Deandre Ayton sumó 22 puntos y 16 rebotes, Damion Lee añadió 18 puntos y 8 rebotes y Chris Paul no estuvo atinado en el lanzamiento a canasta pero firmó 17 puntos y una espléndida relación de asistencias, 16, con pérdidas de balón, 0. En su debe los 5 libres que falló, algo poco habitual en él y que le costó caro a su equipo.
El partido tuvo un desdoblamiento claro: cuando jugaron los titulares el juego y el marcador fue local y cuando lo hicieron los suplentes el juego y el marcador fue visitante. El influjo de Nikola Jokic siempre está ahí.
Como curiosidad, ambos equipos lanzaron idéntica serie en el tiro de campo, 45 de 94, con los Suns estando más acertados desde el triple.
Phoenix sigue perdiendo fuelle y ahora está en 19-15.