Era una de las fechas más esperadas, un momento que llegó por fin, pero lo cierto es que la noche terminó en un fiasco completo tanto para Kyrie Irving como para Brooklyn Nets, que perdió en casa un partido importante ante Charlotte con actuación estelar de LaMelo Ball.
Irving fue poco y LaMelo fue mucho. Constituyeron las dos caras de la moneda. El primero tenía ante sí el complicado reto de satisfacer una expectativa mayúscula, y fracasó; el segundo se propuso demostrar que el presente y el futuro son suyos, y puso en aviso a muchos que siguen dudando de él.
Kyrie debutó en el Barclays Center en la presente temporada con la competición puesta en marcha ya desde hace más de 5 meses. Fue una dura espera, la espera del no vacunado que no pudo pisar una cancha neoyorquina para competir hasta esta noche. No se puede decir que el bueno de Irving no es fiel a sus convicciones, por mucho que estas tengan, en este caso, las patas muy cortas.
Justo antes del salto inicial, Irving saludó desde la pista a su público, una afición entregada, con el índice apuntando al cielo, y eso es lo mejor que se puede decir de su complicado y decepcionante estreno.
El base solo despertó en el último cuarto, pero el conjunto de su partido resultó deficiente. Jugó 41 minutos para 16 puntos y 11 asistencias, después de presentar un 6 de 22 en el tiro, con 1 de 9 desde el triple. No fue su jornada más precisa.
Y Nets perdió ante Hornets 110-119 para alejarse aún más de los puestos de acceso directo a los playoffs y para igualar Charlotte su marca con Brooklyn (ambos 39-36).
LaMelo Ball lideró a los visitantes con 33 puntos, 9 asistencias, 7 rebotes y 7 triples, con Miles Bridges en 24 puntos y P.J. Washington en 18 más 11 rebotes.
En Brooklyn, 27 puntos de Kevin Durant (9 de 24 en el tiro) y 20 puntos, 17 rebotes, 3 tapones y 3 robos de un muy buen Andre Drummond.