Feliz regreso de Brandon Ingram al juego. Recuperó Pelicans a su jugador tras una baja de 3 semanas y no pudo ser más oportuna su vuelta, justo ante Lakers, su exequipo y un rival directo en la lucha por evitar quedarse fuera de los playoffs.
Ingram rindió de modo excelente tras perderse los últimos 10 partidos. De hecho, fue la estrella local junto a un inesperado invitado, el novato Trey Murphy III, que le hizo un auténtico roto a los Lakers en la segunda parte.
Pelicans venció 116-108 tras irse al descanso 20 puntos abajo y tras llegar a estar con 23 puntos de desventaja en el segundo período. El 41-25 del tercer cuarto, con Murphy III encendido, puso a la vista las vergüenzas defensivas de un equipo, Lakers, que ya ha demostrado sobradamente esta temporada que defender no es lo suyo. Y el 26-14 del último cuarto puso en evidencia la falta de definición de estos Lakers, otro defecto que ha perseguido al equipo en buena parte de la presente campaña.
LeBron James hizo un partidazo -39 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias y 7 triples-, se torció un tobillo en el segundo cuarto, alcanzó los 37.000 puntos en su carrera jugándose también el segundo cuarto y se fue de la cancha con gesto bien serio tras no estar afortunado en la recta final del juego y sufrir una nueva derrota que pone aún en más aprietos a su equipo, pasado ahora por Pelicans (32-43 por el 31-43 de Lakers). Los angelinos ya son décimos y cuidado que vienen los Spurs a rebufo.
Brandon Ingram jugó 26 minutos en su vuelta y sumó en ese tiempo 26 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias. Se le vio muy bien.
Pero el que agotó todos los calificativos laudatorios fue el joven Trey Murphy III, que salió del anonimato para hacerle a Lakers 21 puntos, ¡todos en la segunda parte! Espectacular el rookie, que hizo de todo, y bien, en los 25 minutos que pisó pista.
Además, 19 puntos y 12 rebotes de Jonas Valanciunas, 18 tantos y 6 asistencias de C.J. McCollum y 16 puntos y 6 robos de balón del joven Herb Jones, que levantó cabeza en relación a los últimos partidos.
El español Willy Hernangómez salió a pista en el primer cuarto para no volver después. Jugó 4 minutos.
Lakers empezó el partido ganando 0-10 y se fue al descanso con un claro 49-69 a su favor, con 25 puntos y 7 triples de LeBron y con el equipo anotando 15 de sus 20 tiros de 2, nada menos que 11 de sus 19 triples, a la par que habiendo sumado 19 asistencias y habiendo metido sus suplentes 24 puntos. Pero todo ese caudal de buen juego y onda positiva se esfumó tras el descanso.
Ya en la recta final, Valanciunas puso el 113-108 a 59,1 segundos del último bocinazo y entonces llegaron dos acciones en las que LeBron no estuvo bien: primero erró un triple y luego puso un tapón a todas luces ilegal a McCollum, un goaltending como un templo que Lakers pidió revisar sin éxito en la revisión. Esa canasta de McCollum era el 115-108 con 29,5 segundos por jugar y representó el fin definitivo de los Lakers.
Los californianos tuvieron, además de a James, a Malik Monk con 23 puntos y 6 asistencias -de lo más salvable en esta insalvable temporada regular del equipo- y a Russell Westbrook con 18 puntos. Pero lo que empezó como una fiesta de los Lakers terminó convertido en un nuevo funeral.