Parecía este el partido en el que LeBron James llegaría a los 37.000 puntos, pero no fue así. Lakers reservó a James y partió ante Sixers con un cinco inicial de circunstancias formado por Westbrook, Reaves, Stanley Johnson, Gabriel y Howard. Un quinteto muy alejado de los parámetros de inicio de temporada, cuando Lakers era un aspirante a todo. A pesar de ello, luchó Lakers por el triunfo.
Lo único que comparten Lakers y Sixers es patrocinador (crypto.com). Por lo demás, la realidad diaria de uno y otro equipo es completamente opuesta. Lakers se maneja en puestos de play-in con marca de 31-42 (y gracias a que juega en el Oeste) y Sixers está empatado con Bucks en la segunda plaza del Este con 45-27.
Sin embargo, ese abismo que separa a estos dos equipos esta temporada no se vislumbró en un partido en el que los locales jugaron con bajas de gran calado y rotación de 8 jugadores y en el que Sixers fue al juego con prácticamente toda su artillería pesada.
Solo empezó a respirar un poco tranquilo Philadelphia cuando Tyrese Maxey puso con un triple el 105-114 en el luminoso a falta de algo más de 4 minutos. Lakers llegó a acortar hasta el 119-123 a través de Russell Westbrook, pero la cosa no llegó a mayores. Es verdad que Lakers estuvo cerca, pero en realidad nunca tuvo a tiro la victoria y tras la derrota suma ya 11 en sus últimos 15 partidos, una situación alarmante.
Joel Embiid lideró el triunfo visitante con 30 puntos y 13 rebotes, aunque hubo otros operadores importantes en la victoria. Jugadores como James Harden (24 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias tras superar una mala primera mitad), el citado Maxey (21 puntos y 7 pases de canasta), que no baja la guardia, y Tobias Harris (20 puntos con un buen cuarto final).
Sixers solo perdió 7 balones, pero tuvo problemas para parar la producción de los suplentes de Lakers, que metieron 48 puntos.
Los de Vogel llegaron hasta donde pudieron, porque esta vez no hay que achacarles una lluvia de defectos.
Russell Westbrook hizo un horrenda primera parte, pero resurgió en la segunda hasta meter 24 puntos y rozar el triple-doble, aunque terminó perdiendo 7 bolas. Russ superó al mítico jugador de Lakers Elgin Baylor en la tabla de anotadores y ya es el 32º de la historia.
Junto a Westbrook, la mejor versión de la temporada de Dwight Howard (24 puntos y 8 rebotes) y la suplencia de lujo formada por Malik Monk (23 tantos) y Carmelo Anthony (20 más 7 rebotes). Y destacar también el gran primer tiempo de Stanley Johnson.
Pero todo para perder de nuevo. Y estos Lakers no necesitan tanto dar una mejor imagen como ganar partidos. Da la impresión de que esta es una plantilla sin alma, sin cohesión alguna, que se mueve por impulsos eléctricos de supervivencia y poco más. Y así no se puede llegar demasiado lejos.