Prácticamente no hubo partido. Incontestable la superioridad local ante unos Bulls que andan en declive. Los Bucks pasaron por encima de Chicago hasta ganar 126-98. Y sigue la racha: Milwaukee ha ganado 15 de los últimos 16 juegos que le han enfrentado a Chicago.
La victoria deja a los Bucks segundos en el Este con 45-27. Bulls, mientras, es quinto con 42-30. Y con la amenaza de Cleveland y Toronto. O reacciona Chicago o va a terminar cayendo en el play-in.
El encuentro nos dejó un cara a cara para el morbo. Titulares el local Grayson Allen y el visitante Alex Caruso. Afortunadamente para Allen se jugaba en Milwaukee.
Milwaukee dominó de principio a fin. Los locales terminaron con un 61% en el tiro de campo. Capturaron 20 rebotes más que el rival. Y aprovecharon la circunstancia de que los Bulls andan peleados con su propia defensa. Otro partido deficiente del equipo en la retaguardia.
Triunfo por 28 puntos a pesar de jugar sin Khris Middleton. Los otros dos integrantes del big three estuvieron y funcionaron. Gran partido de Jrue Holiday. El base se fue a 27 puntos y 7 asistencias sin pérdidas de balón. Además de hacer un gran 12 de 17 en el tiro. Giannis Antetokounmpo también brilló. Pero tuvo un pero muy grande: sus 9 pérdidas de balón. Por lo demás, 25 puntos, 17 rebotes, 5 asistencias, 3 tapones y buenos porcentajes. Anteto en estado puro. No había jugado el anterior partido.
Fue titular Brook Lopez. La primera titularidad desde su vuelta. Lo hizo muy bien Pat Connaughton. Y volvió a responder Serge Ibaka: 11 puntos y 4 rebotes en 19 minutos.
Chicago mal. Otra vez sin chispa. Sin profundidad de plantilla. Con su segunda unidad hincando la rodilla ante la suplencia de Bucks. Y con su trío estelar firmando números buenos... pero lejos de ser un big three diferencial.
Nikola Vucevic brilló especialmente en la primera parte. Sumó al final del partido 22 puntos y 7 rebotes. Metió 4 de sus 5 triples. Zach LaVine hizo 21 puntos y 7 asistencias y DeMar DeRozan sumó otros 21. Pero entre ambos... 16 de 39 en el lanzamiento a canasta. Nadie más llegó a los 10 puntos. Lo que no deja en un buen lugar el equilibrio del equipo.
El partido se le fue de las manos a Chicago muy pronto. El primer cuarto acabó 33-20 gracias a que Bucks lo cerró con un 13-0; al descanso se llegó con 59-43 porque Chicago rebajó su desventaja de 26 a 16 puntos; y el tercero fue el canto del cisne de los visitantes. Llegaron a ponerse a 10 puntos (64-54). Para acto seguido caer hasta los 25 puntos de desventaja (85-60). Terminó el tercer cuarto 91-69. Con los suplentes locales habiendo metido 28 puntos por los 8 de los visitantes. Terminó ese cuarto con una canasta sobre la bocina de Jrue Holiday.
El último cuarto sobró. Dominio local incontestable. Un pique innecesario entre Ibaka y Tristan Thompson saldado con técnica para ambos. Y pare usted de contar. Todo el pescado estaba ya vendido. Chicago había vuelto a las andadas tras ganar en el partido anterior. Había regresado a su actual línea de juego y resultados.