Luka Doncic fue el rey del partido y Dallas volvió a ganar a los Warriors. Segundo triunfo de los texanos sobre los californianos en 5 días. Y tercera derrota consecutiva de Golden State. Ganaron los de Kidd 122-113.
Dallas vivió del genio baloncestístico de Doncic. Y del emergente momento de Spencer Dinwiddie en la hora de la verdad. Pero también se impuso gracias a un grupo de jugadores que respondieron. Jugadores como Dorian Finney-Smith, Reggie Bullock, Jalen Brunson o Dwight Powell. Estos Mavs funcionan.
Lo del esloveno fue tema aparte. Rozó el triple-doble superando los 40 puntos. Sumó 41 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias. Metió 15 de sus 26 tiros de campo. Y ya empezó de una forma admirable al meter 19 puntos en el primer cuarto.
Finney-Smith se fue a 18 puntos. Dinwiddie logró 17 y 7 asistencias. Su contribución desde su llegada está siendo generosa y feliz. Bullock estuvo 42 minutos en pista haciendo de todo. Y Brunson y Powell ayudaron con sus brillantes momentos puntuales.
A pesar del abultado marcador, no hubo malas defensas. Lo que ocurrió es que las ofensivas se armaron muy bien. Y el acierto en el tiro fue notable. Hasta el punto de que a Warriors le tocó perder metiendo el 54,3% de sus tiros de campo. Haciendo un 15 de 30 desde el triple. Y gozando de una buena aportación de los suplentes.
Dallas se fue al descanso ganando 68-54 tras meter 38 puntos en el primer cuarto. En el intermedio, ¡11 de 18 desde el triple, 18 asistencias y 4 pérdidas! Los locales llegaron a tener 16 de ventaja. Y Doncic ya estaba con 24 puntos.
Reaccionó Golden State en el tercer cuarto. Se metió en el partido y llegó con opciones al cuarto final.
A 7:10 de la conclusión los árbitros soliviantaron a la grada al birlar una posesión a Dallas. Se cumplieron los 24 segundos. Pero antes el balón había tocado el aro. A veces parece imposible que entre 3 colegiados no se vean determinadas cosas. Acto seguido Warriors metió 2 triples. Y el marcador se puso 104-104. Parecía el principio del fin de Dallas. Y, por el contrario, fue el principio del camino hacia el triunfo.
Porque reaccionaron Dinwiddie y Doncic. Hasta llevar el marcador al 115-108. Y poco más tarde, importantísima cesta de Finney-Smith. Prácticamente definitiva. Suponía el 120-113 con 56,3 segundos por jugar. Y para rematar Powell para el 122-113 a 24,5 de la conclusión. Golden State había claudicado.
No sirvieron los 23 puntos de Jordan Poole. Como no sirvió el partido simplemente correcto de Stephen Curry (21 puntos, 9 asistencias y buenos porcentajes de tiro). Le faltó chispa. Y fue mucho menos que Doncic en la comparativa de estrellas.
Andrew Wiggins metió 17. Y Klay Thompson hizo 16 con 6 de 17 en el disparo.
Destacable, muy destacable... el novato Moody. Excelente su último cuarto. Minutos de enorme calidad.
Dallas mantiene su empuje; Golden State sigue perdiendo fuelle. Espera Warriors como agua de mayo el regreso de Draymond Green.