La buena onda de Lakers se esfumó nada más toparse con un equipo fuerte. Memphis no solo es un equipo fuerte. Es ahora mismo la escuadra con mejor racha en la NBA. Tanto es así, que ha batido la mejor racha de su historia.
Noveno triunfo seguido de los Grizzlies. Pero lo más bestia es... ¡que Memphis ha tenido en esos 9 partidos 3 back-to-back! Demostración de poderío físico.
Se sitúa ahora el equipo de Jenkins 28-14. Pisando ya los talones a los 3 primeros del Oeste. Y no se equivoquen... El 119-127 final es muy engañoso. No refleja lo acontecido en la pista. Porque Memphis ganaba por 29 puntos en L.A. a 6:45 del final. Lo que ocurrió después pudo ser un descalabro de proporciones históricas. Sin titulares en juego. En minutos de la basura. Con todos los suplentes en pista. Entonces pasó lo impensable. Parcial de 21-0 para Lakers cuando todo parecía más que solucionado. Hasta ponerse 119-126 a 1:16 del final. Con Austin Reaves firmando dos jugadas de 2+1 seguidas. Fue tan increíble que... ¡Memphis tuvo que poner en el minuto final a sus titulares en juego!
Fue poner los titulares y todo cambió. Lakers no devolvió a sus estrellas a la cancha. Prefirió seguir con los jugadores que habían protagonizado la recuperación en el marcador. Entonces, con 119-126, Austin Reaves buscó la continuación de su hazaña. Y se encontró con la realidad. Defendiendo el aro ya no estaba un suplente. Estaba Jaren Jackson Jr. Y el ala-pívot de Memphis le puso un tapón con la mayor facilidad del mudo. Un choque grosero con la realidad.
Esa realidad nos había dejado una paliza de Memphis. Dominio total pese a la noche normalita tirando a gris de Ja Morant.
La defensa de Lakers volvió a ser un coladero alucinante. Los locales encajaron 80 puntos en dos cuartos (segundo y tercero). Y en ataque LeBron James hizo un partidazo en soledad.
Lakers venía de ganar 4 partidos seguidos. A Blazers, Wolves, Kings y Hawks. Pero estos Grizzlies son otra cosa. Ya ganaron el 29 de diciembre a los Lakers. En 4 duelos esta temporada, 3-1 para Memphis. Los 3 últimos partidos los perdieron los angelinos.
Victoria 100 de Taylor Jenkins con Grizzlies. Aunque no pudiera estar en la banda por culpa de la Covid-19.
Los visitantes metieron el 54% de sus tiros. El rebote fue suyo. Desmond Bane hizo 23 puntos y 5 triples. Jackson Jr. se fue a 21 tantos, 12 rebotes y 6 tapones. Ja Morant solo tiró 10 veces a canasta. Terminó con 16 puntos y 7 asistencias. Pero puso un tapón antológico a dos manos. La jugada del partido, sin duda alguna. Y muy completo Kyle Anderson. Con 14 tantos, 7 rebotes y 8 asistencias. Todo ello sin Dillon Brooks y sin Steven Adams.
El español Santi Aldama jugó solo 3 minutos de la basura. Y tuvo que volverse a la banda con un -14 de Memphis.
Lakers en desbandada. LeBron inmenso y más solo que la una. Hizo 35 puntos, 9 rebotes, 7 asistencias y 14 de 19 en el tiro de campo. Y pasó a Oscar Robertson en la lista de pasadores. Ahora, James es séptimo. Eso sí, -30 de Lakers con LeBron en cancha.
Funcionaron un poco al final los suplentes. Jugadores como Wayne Ellington (16 puntos en 11 minutos) o el citado Austin Reaves (16 puntos). Sí, Reaves sacando casi las castañas del fuego a un equipo plagado de estrellas.
El resto, una ruina mayúscula. Russell Westbrook no perdió un solo balón. Pero más le hubiera valido perder algunos. Porque terminó con 6 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Hizo 2 de 12 en el tiro. Avery Bradley estuvo en 2 de 10. Malik Monk en 3 de 13. Carmelo Anthony en 2 de 8. Y jugar sin hombres altos fue un desastre. Para cuando Vogel puso en pista a Dwight Howard Lakers ya andaba perdido en el infinito sideral.
Estos Lakers ya no engañan a casi nadie. Si tienen un equipo de mediana o alta entidad delante se les ven todas las costuras.