El vigente MVP de la NBA ha vivido hoy el lado más dulce y el más amargo del juego. Nikola Jokic ha protagonizado en el Jazz-Nuggets una exhibición monumental en 15 minutos de juego y poco antes del descanso ha sufrido una lesión en la rodilla.
El pívot de Denver se ha ejercitado en el descanso del encuentro poniendo a prueba la rodilla dañada. No se le veía mal, pero en un momento dado su entrenador, Michael Malone, se ha acercado a él, han charlado y le ha convencido de que lo mejor era que no jugara el segundo tiempo por precaución.
La jugada llegó a 1:54 del final de la primera mitad. Rudy Gobert fue hacia la canasta ante la marca del serbio y la rodilla del francés chocó contra la de Jokic, que quedó tendido en el suelo, bajo la canasta, sujetándose la rodilla derecha con evidentes gestos de dolor. Tras ello, Jokic se marchó a vestuarios por su propio pie.
Antes de la lesión, la exhibición del MVP había sido antológica, dejando a un reputado defensor como Gobert más de una vez en evidencia.
Nos ofreció Jokic 15 minutos de impresión: 26 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias en ese corto tiempo de juego, con 8 de 9 en el tiro de campo, que incluyó un 3 de 3 desde el triple.
El jugador balcánico iba camino de una actuación histórica, pero su partido estelar quedó truncado por el golpe en la rodilla, una contusión que esperemos que no pase a mayores.