No jugó anoche ante Chicago. Denver tuvo que afrontar su duelo ante los Bulls sin Nikola Jokic. Sin su referencia, su timón, su puesto de mando. Y perdió muy dignamente (108-114). Pero la preocupación en torno al vigente MVP existe.
Jokic se lesionó la muñeca derecha ante Sixers. El jugador ya ha pasado por los rayos X y por la resonancia magnética. Y no parecen haber revelado una lesión de enjundia. Pero la falta de precisión por parte de Denver ha desatado algunas especulaciones.
Algunos piensan que la lesión es más seria de lo que hace ver el equipo. ¿Podría estar parado el serbio un tiempo significativo? Michael Malone cree que no. Pero el equipo no ha fijado ningún plazo de recuperación. Su estatus ahora mismo es de reevaluación médica diaria. Según Malone, lo mismo podría jugar el domingo que la próxima semana. Sin concretar nada.
"Cuando esté listo para jugar, jugará", ha sentenciado el técnico. Denver, lógicamente, quiere ser lo más cauto posible. Estamos hablando del corazón del equipo. De su líder indiscutible. Del MVP de la liga. De uno de los jugadores que ha empezado con más fuerza el curso.
El hombre orquesta de Nuggets ha jugado ya 14 partidos. Promedios de locura: 26,4 puntos, 13,6 rebotes y 6,4 asistencias. Porcentajes de lujo: 59,3% en campo y 41% en triples. Y el equipo sobreviviendo a las bajas de Jamal Murray y Michael Porter Jr. Está Denver con un 9-7. Es quinto en el Oeste.
Lo cierto es que sin Jokic todo se complicará sobremanera. Cuanto menos tiempo esté en la banda, mejor. Todo apunta a una ausencia de corto recorrido. Pero no faltan los que desconfían de la situación. En breve sabremos si tienen o no razón para desconfiar.