Andrew Wiggins ha terminado cediendo. Su negativa firme a vacunarse contra la Covid-19 ha terminado por tener un camino de marcha atrás y el jugador ha recibido la primera dosis de la vacuna, lo que le permitirá jugar todos los partidos de la próxima temporada.
Su entrenador, Steve Kerr, ha sido el que ha anunciado la decisión final del jugador, que de no vacunarse no habría podido jugar los partidos que Warriors afrontará como local, ya que las autoridades sanitarias de San Francisco no lo hubieran permitido.
Respira así tranquilo Golden State Warriors al ver cómo podrá disponer de su alero titular, un jugador que la pasada campaña promedió con el equipo 18,6 puntos con un 38% de acierto desde el triple tras jugar 71 de los 72 encuentros de la temporada regular.
La presión existente por parte de su entorno y la posibilidad de perderse la mitad de la temporada y quedarse solo con la mitad de su salario han hecho recapacitar al que fuera número 1 del draft en 2014.