La NBA ha denegado a Andrew Wiggins la excepción religiosa que el jugador había solicitado para poder jugar como local con los Warriors en el Chase Center a pesar de no estar vacunado. Lo ha anunciado la propia liga.
Las autoridades sanitarias de San Francisco exigen a todos los participantes de 12 o más años que compitan en sus instalaciones cerradas que cuenten con la pauta completa de vacunación, un requerimiento que incumple Wiggins, toda vez que se ha negado hasta la fecha a ser vacunado.
La única opción de Wiggins para jugar como local con los Warriors, más allá de vacunarse, era obtener una excepción de la NBA por motivos médicos o religiosos, aunque siempre la última palabra recaería en las autoridades sanitarias de San Francisco.
El problema para el jugador, que se ausentaría de los 41 partidos como local y perdería más de 350.000 dólares por partido no jugado, y para su equipo es peliagudo.
Wiggins no puede entrenar con el resto de sus compañeros al no estar vacunado y su trabajo se limita hasta el momento a llevar a cabo prácticas individuales.
San Francisco y Nueva York son la dos ciudades involucradas en la NBA que exigen estar vacunados a los participantes en competiciones bajo techo.
En Nueva York ha trascendido que todos los jugadores de los Knicks están vacunados. No pasa lo mismo con algunos integrantes de los Nets, incluido entre ellos Kyrie Irving.