Comienzo de playoffs a todo trapo. La postemporada se abrió con una serie marcada por su precedente de 2020. Bucks y Heat cara a cara con los locales cargados de retos urgentes y los visitantes dispuestos a corroborar la fantástica imagen derivada de su juego en la burbuja de Orlando. Y el duelo competitivo no defraudó.
Partido de atarse los machos, de playoff genuino, estructurado a partir de una exigencia física máxima y de un marcador en el que apenas hubo un momento para la relajación mental.
Miami sigue siendo un equipo injustamente infravalorado y Milwaukee no deja de ser una escuadra ampliamente maltratada. Se puede decir que estos Heat son los mismos del pasado curso pero con un año más de experiencia, pero no se puede decir que estos Bucks son los mismos de 2020, ya que han cambiado bastantes cosas, y sobre todo ha llegado al equipo un elemento clave que se convierte en pieza diferencial, Jrue Holiday. Hoy ya ha empezado a ejercer ese rol en los playoffs.
Holiday fue importante en los dos lados de la cancha en este partido, como lo fue Giannis Antetokounmpo a pesar de sus lagunas, pero finalmente el que se erigió en elemento crucial, en el hecho diferencial de este primer juego, fue Khris Middleton, jugador que dio el triunfo a Milwaukee por 109-107.
Fue un encuentro exigente, físico, laborioso, preñado de poderosas defensas y un gran número de imprecisiones ofensivas, también un partido marcado por la tremenda igualdad, dos equipos parejos que acabaron resolviendo sus estrechas diferencias en una prórroga que resolvió Middleton.
El final del tiempo extra resultó emocionante. Jrue Holiday capturó un rebote defensivo y se marcó un enorme coast-to-coast para anotar el 107-104 a 39,3 segundos del final, Goran Dragic respondió con un excelente triple para el 107-107 con 20 segundos por jugar y llegó la jugada definitiva. El balón en manos de Middleton, que en un momento de la jugada logra cambiar la defensa de Trevor Ariza por la de Duncan Robinson, y con este encima anota Middleton la canasta de la victoria, un tiro a media distancia con 5 décimas de segundo por jugar. Grande Middleton.
Luego, sin tiempo prácticamente para nada, tras tiempo muerto, Jrue Holiday vuelve a reivindicar su carácter diferencial y tapona el intento triple de Jimmy Butler. Victoria local. Alivio general de los prácticamente 9.000 espectadores que se dieron cita en el Fiserv Forum, prácticamente el triple de los que asistían en la temporada regular, pero poca cosa si se tienen en cuenta los 17.000 que Miami quiere meter en su pabellón.
Antes de la prórroga, vivimos un final de cuarto período que tuvo su miga, un final en el que pudimos asistir al inusual atrevimiento arbitral de pitar a una estrella de la liga una infracción de 10 segundos en el lanzamiento de un tiro libre cuando estaba en juego el partido. El damnificado fue Anteto, un jugador que se toma su tiempo para lanzar los libres, nadie lo puede negar, pero la medida se antojó un exceso de celo arbitral inexplicable.
Poco después, con 57 segundos por jugar, Butler se llevó un golpe tremendo bajo el aro, pero sobrevivió. Y un poco más tarde, con Anteto viviendo su particular guerra caliente con los tiros libres, el griego protagonizó una jugada defensiva de primer nivel ante Butler. Pero llegado el punto final, el alero estelar de Miami obró su particular hazaña, una hazaña llena de personalidad.
Butler había completado un gran partido en materia defensiva, pero se había movido en números calamitosos en ataque: 1 de 10 en el tiro en el entretiempo, 3 de 15 al final del tercer cuarto y estaba en 3 de 18 cuando ya se acababa el último cuarto. Entonces, pleno de personalidad, penetró, se olvidó por completo de su nefasta jornada ofensiva, y encestó el 99-99 sobre la bocina que provocó la prórroga. Un crack.
Más allá de las jugadas concretas que definieron el partido, lo más meritorio de Milwaukee fue sobrevivir a su penoso ejercicio de 3 durante todo el encuentro, contrastando su 5 de 31 desde más allá del arco con el 20 de 50 firmado por Miami, equipo, todo hay que decirlo, al que se le hizo un mundo anotar en las proximidades del aro, acabando con un pobre 16 de 49 en el tiro de 2.
Ambos equipos perdieron muchos balones,pero hubo razones de tono mayor, porque fue un partido de gran nivel defensivo.
Bucks aguantó la presión, porque la presión recaía en los Bucks, para ganar con 27 puntos de Middleton. Anteto sumó 26 tantos, 18 rebotes, 5 asistencias y 3 robos, pero no estuvo nada preciso en el tiro: 10 de 27 en campo y 6 de 13 en libres. Jrue Holiday acabó con 20 puntos, 11 rebotes y 3 robos, Brook Lopez añadió 18 tantos y 8 rebotes, y tuvo su importancia, y el equipo, que defendió muy bien, careció de una segunda unidad de garantías en esta ocasión.
El máximo anotador visitante fue el suplente Dragic con 25 puntos (10 más que todos los suplentes del equipo rival). Duncan Robinson, que empezó como un tiro, acabó con 24 puntos tras meter 7 triples (iguala el récord de triples de un jugador de Heat en postemporada) y Butler lució 17 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias, pero con un horrendo 4 de 22 en el tiro, que unido al 4 de 15 de Bam Adebayo fue un lastre para los suyos.
Adebayo trabajó bien en defensa, pero no tan bien en ataque, Tyler Herro hizo un mal partido y Trevor Ariza acabó con 8 puntos y 12 rebotes en 38 minutos tras dejarse una vez más la piel en defensa.