Brooklyn Nets remontó un marcador adverso y superó la pronta marcha de James Harden, cuyo regreso a las canchas resultó extremadamente fugaz. Victoria ante Knicks por 114-112 en el duelo neoyorquino con 40 puntos de un imparable Kyrie Irving.
Harden venía de perderse 2 partidos por una lesión muscular y apenas aguantó 4 minutos en la cancha antes de recaer de su lesión. Dejó un duro panorama su baja en el equipo, pero Irving se vistió de nuevo con la capa de héroe para firmar una formidable actuación para guiar a su equipo hasta el triunfo, un triunfo que le sirve a Brooklyn para liderar ya en solitario la Conferencia Este.
Los locales tuvieron a Irving en 40 puntos, 7 asistencias y 5 triples y al decisivo Jeff Green en 23 puntos y 5 triples. Joe Harris hizo 16 puntos y 8 rebotes y LaMarcus Aldridge anduvo discreto y se llevó un soberano tapón de Julius Randle que los árbitros no reconocieron en el momento (hubo revisión). La sorpresa más grata de los Nets vino de la mano de Alize Johnson, un jugador con contrato de 10 días.
En los Knicks, 22 puntos de RJ Barrett, 21 y 5 triples de Reggie Bullock, triple-doble de Julius Randle con 19 puntos, 15 rebotes y 12 asistencias, aunque estuvo poco certero en el tiro y falló el crucial lanzamiento final, y 16 puntos en 25 minutos de Derrick Rose, que cuajó una muy buena primera mitad y que nos dejó pinceladas de su enorme calidad.
Todo ello en un encuentro que se decidió por un suspiro en los segundos finales.
Apretado final en el que Jeff Green, gran partido el suyo, resultó decisivo. Un triple de Alec Burks había puesto el 112-112 en el marcador. Atacó Nets, erró Joe Harris desde la media distancia, pero el rebote fue a parar a las manos de Jeff Green, que acabó en los libres. No le tembló el pulso al veterano jugador con 3,7 segundos por jugar: sí y sí para dejar el luminoso en 114-112.
Sacó de banda Nets para buscar el empate o el triunfo, y Julius Randle fue conservador y buscó el tiro a media distancia ante la marca de Green. Falló. Fue ahí donde se difuminaron todas las esperanzas visitantes.
Fue un bonito duelo neoyorquino, y eso ya es mucho, visto lo que nos han dejado los duelos neoyorquinos en los últimos años.
Brooklyn no defendió nada en la primera parte y los Knicks dominaron sin estridencias el marcador hasta que poco antes del descanso alcanzaron su máxima ventaja (53-67) tras un triple del acertado Bullock.
Al descanso, 57-67, con Irving en 23 puntos, excelentes ofensivas de Bullock y Derrick Rose, y Randle en dirección a un triple-doble. Knicks estaba lanzando muy bien a canasta y solo había extraviado un par de balones.
La segunda mitad tuvo otra cantinela. Los Nets defendieron y dejaron a los Knicks en 45 puntos. Eso les permitió remontar y meterse en el partido hasta terminar el tercer acto ganando 89-88 con 34 puntos de Irving. Randle ya había completado su cuarto triple-doble de la temporada jugándose el tercer cuarto.
El último acto estuvo dominado por la igualdad, aunque Brooklyn llegó a adquirir un colchón de 8 puntos (102-94) tras una canasta de Timothe Luwawu-Cabarrot, llegándose a un desenlace emocionante.
Los Nets, que llevan 8 victorias seguidas en casa, jugaron sin Kevin Durant, Blake Griffin y Tyler Johnson, y perdieron a los 4 minutos a Harden. Todo un catálogo de obstáculos que no impidieron su victoria ante unos Knicks que ha cambiado totalmente su chip con Thibodeau a los mandos.