Demostración de fuerza de Denver Nuggets. Volvía Paul George a los Clippers y no fue suficiente. El equipo de Michael Malone fue mejor. Dominó de principio a fin. Llevó el peso del partido. Y terminó ganando con justicia.
Estos Nuggets ya están rodados. Empiezan a ser un equipo engranado que resuelve partidos. Suman ya 4 victorias consecutivas. Están invictos desde la llegada de Aaron Gordon (3-0). Hoy, 94-101. Victoria en un partido de corte defensivo. Sin amilanarse por el buen trabajo de Clippers en la retaguardia tras el descanso. Tras una deficiente defensa en la primera parte.
Denver gana ya aunque Nikola Jokic muestre su lado más humano. Esta vez el serbio no fue un jugador demoledor. Estuvo bien, pero bien sin más. Y eso no representó un obstáculo para el triunfo visitante.
El triunfo hace que Denver iguale en la clasificación a Lakers (30-18).
El quinteto titular visitante resultó inabordable. Jamal Murray sumó 23 puntos y 8 rebotes. Michael Porter Jr. añadió 20 tantos. Will Barton metió 19 unidades. Y Aaron Gordon y Nikola Jokic metieron cada uno 14 aportando en bastantes facetas. Gordon empieza a mostrar su enorme valía. Ha sido un gran fichaje.
El argentino Facundo Campazzo estuvo 20 minutos en pista. Fue el suplente que más jugó. Terminó con 3 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias. Solo lanzó un tiro en todo el partido. Fue un triple. Y lo anotó.
El comienzo del partido fue importante. A los 8 minutos de juego el resultado era 12-25. Y al final del primer cuarto, 20-31. Ahí empezó Denver a generar un colchón de puntos que le dio confianza. Para alcanzar el intermedio ganando 49-62.
Por entonces, Michael Porter Jr., Will Barton, Jamal Murray y Aaron Gordon ya estaban en 10 o más puntos. Y de los 62 puntos de Denver, solo 4 eran de Jokic. Denver estaba atacando muy bien. Con excelentes porcentajes de tiro. Tenía problemas en el rebote. Pero no lo suficientemente graves como para apurar al equipo.
Todo siguió igual en el tercer cuarto. Finalizó 70-81. Denver seguía viviendo de las rentas del primer cuarto. Porque su labor en el control del partido estaba siendo excelente. Y llegado el cuarto final, Clippers aceleró su marcha.
Los locales estaban defendiendo a gran nivel. Pero les faltaba dar un paso en la ofensiva. Perdían 72-84. Entonces tuvieron los Clippers su momento feliz. Parcial de 11-0 para ponerse 83-84. Había partido. Sin embargo, no lo hubo. En realidad, Clippers se detuvo ante ese muro, el de adelantarse en el marcador. Denver reaccionó. Triple de Murray. Canasta a una mano de Jokic tras conexión con Gordon. Y en un periquete... 88-98. Vuelta a empezar.
El final no supuso apuro alguno para los de Colorado. Lo peor de ese final fue la revisión innecesaria de una jugada intrascendente. Quedaban 11 segundos. El marcador era 92-101. Fue una revisión gratuita que retrasó el final de un partido decidido. Ejemplo claro que cómo se está llegando a un revisionismo enfermizo que mata el espectáculo.
Clippers se quedó sin argumentos ante Denver. Insuficientes para ganar los 24 puntos y 12 rebotes de Kawhi Leonard. George se quedó en 17 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias. Pero lo mejor de estos Clippers sigue siendo la revelación Mann. Porque Terance Mann no hace más que encadenar actuaciones brillantes. Hoy, 18 puntos y 6 rebotes. Con 8 de 10 en el tiro. Y este es un tipo que defiende.
A los californianos les falló esta vez el triple. Mientras que a su rival le funcionó muy bien el tiro de 3 puntos (13 de 25). Denver trabajó bien la defensa. Y fue decididamente mejor que los locales en la circulación del balón. A pesar de todo ello, Clippers perdió solo por 7 puntos. No se fue nunca del partido. No bajó jamás los brazos.
Los angelinos siguen arrastrando bajas. Por ahora son terceros en el Oeste. Pero tendrán que cuidarse. Porque por detrás la cosa está que arde.