La vida sin LeBron James es otra vida. Lakers ya empieza a conocer ese axioma. Un axioma que se agranda si uno también juega sin Anthony Davis. Y que tiene consecuencias inmediatas si el rival es Phoenix Suns.
Demasiadas adversidades para afrontarlas de modo exitoso. Lakers lleva un partido y medio sin LeBron y ya acumula dos derrotas. La idea ahora es sobrevivir. Intentar salvar los muebles mientras sus dos grandes estrellas se recuperan. Al menos, Marc Gasol parece cerca de volver. En estas circunstancias toda ayuda es bienvenida.
Phoenix sabía de la debilidad del rival. Empezando por su pintura. Y ahí se fueron los Suns a hacer daño. Sin ir más lejos, Deandre Ayton brilló. Y eso no está siendo habitual esta temporada. No pega el salto Ayton que todos esperaban. Sigue al ralentí. Hoy no.
Ayton ha sumado 26 puntos y 8 rebotes. Ha tenido poca oposición. Su serie en el tiro: 10 de 13. Devin Booker ha añadido otros 26. Y 9 rebotes. Y Chris Paul ha sentado cátedra una vez más con un triple-doble. En su haber 11 puntos, 10 rebotes y 13 asistencias. Y lo más importante: se ha convertido en el sexto jugador en llegar a las 10.000 asistencias. Lo logró en el tercer cuarto. Con un alley-oop culminado por Ayton. Se une a John Stockton, Jason Kidd, Steve Nash, Mark Jackson y Magic Johnson. Casi nada.
Lakers ha hecho lo que ha podido. Sin poder interior. Tampoco le fue nada bien desde el triple. Pero al menos peleó el juego. Sus dos máximos anotadores, dos recién llegados. Ahora tienen que tomar las riendas por las bajas. Montrezl Harrell sumó 23 puntos y 10 rebotes; Dennis Schröder hizo 22 puntos.
Además, 17 puntos de Tyler Horton-Tucker. Sigue Horton-Tucker labrándose el futuro. Kyle Kuzma lo intentó. Pero no estuvo preciso. En el lado de los que no dieron la talla... Markieff Morris, Kentavious Caldwell-Pope y Wes Matthews. Lo de este último es un no parar. Parece un jugador jubilado.
Lakers ya se fue perdiendo 59-44 al descanso. Booker y Ayton habían hecho daño. Los angelinos solo habían metido 2 triples. Por lo menos aguantaban la batalla en los tableros.
El tercer cuarto finalizó 88-76. Pero Lakers no se rindió. Y Phoenix vio cómo su rival se ponía a 7 puntos en el último cuarto (96-89). Fue el canto del cisne. Los Suns avivaron la marcha: 103-89 y se acabó el partido.
Phoenix es un equipo engrasado. Suma 17 victorias en sus últimos 21 partidos. Lakers es un equipo con sentido de urgencia. Va sobrado todavía en la clasificación. Pero llegan tiempos difíciles.