Otra vez la genialidad de una estrella precoz llamada Luka Doncic. El esloveno firmó una obra maestra al final del partido para sacar del atolladero a unos Mavericks que habían desaparecido en el momento de la verdad. Y Boston se quedó sin triunfo.
Los Celtics parecía que iban a firmar otro de sus horribles finales de partido, tal y como vienen haciendo esta temporada. Mavericks se puso con 12 de ventaja (101-89) tras anotar 5 puntos consecutivos Jalen Brunson, un zurdo que atesora clase a mansalva. Quedaban algo menos de 4 minutos para el final y todo parecía encaminarse hacia una victoria texana.
Tras ese +12 para Dallas, apagón monumental del equipo de Rick Carlisle hasta encajar un 3-16 que puso con ventaja de un punto a los Celtics (104-105) después de un ataque horrible del equipo texano que agotó la posesión de mala manera ante la buena defensa rival y después de una canasta de Jaylen Brown a 37,6 segundos del final, un parcial de 3-16 en el que resultó providencial la figura de Kemba Walker, que hasta ese momento había firmado otro partido ramplón.
Con 104-105, Jaylen Brown, que hizo un gran partido, se aplicó con enorme solvencia en la marca de Luka Doncic, pero el esloveno aprovechó un cambio en de asignación, y al quedarse ante Daniel Theis firmó un importantísimo triple para poner el 107-105 con 15,3 segundos por jugar.
Reacción rapidísima de Boston con el enchufadísimo Jaylen Brown y canasta para el 107-107 a 9,5 segundos del final, para acto seguido sacar desde debajo de su canasta Dallas porque ya no disponía de tiempos muertos. El balón le llegó a Luka Doncic, este avanzó botando, se escoró hacia la izquierda de la pista para buscar el triple y a una décima de segundo del final clavó un triplazo antológico desde bastanta más allá del arco, un tiro que entró limpio y dio la victoria a los suyos por 110-107. El ex del Real Madrid se disfrazaba una vez más de héroe para dar el triunfo a Dallas ante la locura de las gradas del American Airlines Center, donde se congregaron algo más de 3.300 espectadores. Aquí tenéis el desenlace.
Doncic ya había ofrecido un aperitivo de lo que podía venir después cuando en la conclusión del primer cuarto metió sobre la bocina una preciosa canasta ante una buena defensa de Jaylen Brown, una jugada esta preñada de fundamentos, alimentada de la técnica individual más exquisita.
El esloveno acabó el partido con 31 puntos, 10 rebotes, 8 asistencias y 6 de 8 desde el triple, incluidos los 2 triples cruciales.
Además, Dallas contó con un enorme Brunson, autor de 22 puntos y 5 triples, que encabezó a una segunda unidad que anotó 51 puntos, con Marjanovic aprovechando muy bien sus minutos, haciendo daño al rival, y con Hardaway Jr. ofreciendo un 0 de 8 desde el triple. James Johnson partió como titular tras desaparecer en los partidos pasados de la rotación de Carlisle y Josh Richardson anotó 16 puntos.
Los Mavs ganaron sin la participación de Kristaps Porzingis y Maxi Kleber, y suman ya 7 victorias en sus últimos 9 partidos para equilibrar su balance y ponerse 15-15, una trayectoria antagónica a la de unos Celtics que se ponen ya en negativo con 15-16 tras ofrecer una marca de 3-7 en sus últimos 10 partidos.
Boston, que sigue echando de menos a Marcus Smart, venía de perder ante Pelicans tras sufrir una remontada tremenda. Pero esta vez, al menos, compitió hasta el final e incluso fueron los Celtics los que remontaron en los últimos minutos sin premio.
Jaylen Brown firmó 29 puntos con un 60% de acierto en el tiro y estuvo excelente en la recta final, Jayson Tatum añadió 28 puntos y Kemba Walker hizo 21 con un muy buen desempeño en la remontada de su equipo, aunque antes estuvo nuevamente errático. Nadie más llegó a 10 puntos en un equipo que sigue arrastrando una preocupante falta de profundidad en su plantilla, una circunstancia que en una temporada pandémica se hace doblemente preocupante.