Estuvo medio partido frustrado, enfadado con el arbitraje, necesitado de encontrar sus mejores prestaciones, y al final se fue feliz, con triunfo de los suyos, con un triple crucial anotado en el momento justo. Damian Lillard y sus Blazers siguen en un momento dulce.
Ganó Portland 118-121 en Dallas pese a una nueva actuación antológica de Luka Doncic. El esloveno está imparable. Sumó 44 puntos 48 horas después de haberle metido 46 (su récord NBA) a los Pelicans.
Doncic presentó ante Blazers números de escándalo, con grandes porcentajes de tiro: 44 puntos, 7 rebotes, 9 asistencias, 14 de 20 en el tiro de campo, 5 de 8 en triples y 11 de 12 en libres. Espectacular su reacción a una falta flagrante de Derrick Jones Jr. acompañada de alguna palabra que no gustó al esloveno. Tras esa acción, 11 puntos seguidos. Sucedió en el segundo cuarto. Así se las gasta Doncic cuando se siente presionado.
Eso sí, a Luka le pasó lo contrario que a Lillard: se fue del partido mordiéndose la camiseta y dándose golpecitos en la cabeza tras fallar un triple liberado que hubiera forzado la prórroga. Un error que supuso la derrota definitiva de los suyos.
Con 118-121 y 6,9 segundos por jugar sacaron los Mavericks para buscar el tiempo extra. El bloqueo de Kristaps Porzingis a Robert Covington, defensor de Doncic, dejó al esloveno solo en el triple para buscar el empate, pero su tiro no entró a pesar de andar cerca de hacerlo. Ahí se esfumaron las últimas opciones de Dallas, que empezaba a encadenar victorias.
Doncic batió un par de récords de su franquicia. Uno al sumar 14 partidos seguidos sin bajar de 25 puntos (estaba igualado con 13 con Mark Aguirre y Dirk Nowitzki) y otro al anotar 90 puntos en la suma de dos partidos seguidos (el récord lo tenía Aguirre con 85 puntos desde 1985), pero de nada le sirvió ni su partidazo ni los récords. Se fue el ex del Real Madrid cabreado a vestuarios, enfadado consigo mismo, sin capacidad alguna para tener un poco de autoindulgencia ante su fallo final.
Lo de Blazers es otra historia. ¡Espectacular trayectoria del equipo sin poder contar con C.J. McCollum y Jusuf Nurkic! El equipo suma ya 4 victorias seguidas y ha ganado 6 de sus últimos 7 partidos. Un monumento merecen Lillard y sus compañeros, un monumento precisa el bueno de Terry Stotts, entrenador de primerísimo nivel, tal y como atestiguan los últimos años de Blazers.
Lillard lideró el triunfo con 34 puntos, 11 asistencias y 5 triples, destacando sobremanera su tercer cuarto (16 puntos y 5 asistencias) -Portland anotó 45 puntos en ese cuarto- y ese triple con el que puso el 116-119 con 32,4 segundos por jugar. Acto seguido anotó Doncic el 118-119. Y después vino el 118-121 definitivo con asistencia de Carmelo Anthony para el mate de Derrick Jones Jr. Todo eso fue el prolegómeno del triple errado por Doncic, momento en el que Portland certificó su triunfo.
Además, 17 puntos de Gary Trent Jr., 15 puntos, 4 robos y 4 triples sin fallo para Robert Covington -además de su trabajo defensivo-, 15 puntos para Carmelo Anthony en una mala noche desde el triple y 14 tantos y 8 rebotes para Enes Kanter.
Portland funcionó bien desde el triple y supo aguantar el arreón final de Dallas, que con un parcial de 12-0 provocó un final emocionante.
En Dallas, además de Doncic, 18 puntos y 8 rebotes de Porzingis y 14 puntos con 4 triples, uno anotado para el 116-116, de Dorian Finney-Smith.
Los Mavs vivieron a tirones, unos altibajos que terminaron por alejarlos de la victoria. Hicieron un 0 de 8 desde el triple en el primer cuarto, metieron 7 tiros de 3 en el segundo, encajaron 45 puntos en el tercero y se metieron en la pelea con un parcial de 12-0 en el último. Todo un ejemplo de brillantez e inconsistencia. Una forma de jugar que no da para ganar con facilidad un partido y que mete al equipo texano en problemas a diario.