Era el primer duelo de la temporada entre el número 1 del último draft, Anthony Edwards, y el número 3, LaMelo Ball. Ambos brillaron en el Hornets-Timberwolves, pero si un jugador se llevó todos los focos, ese fue Terry Rozier.
Venció Charlotte 120-114 para dejar a Timberwolves con una mísera marca de 6 victorias en 26 partidos. Y Rozier hizo un partido espectacular. Firmó el ex de Celtics 41 puntos, 7 rebotes y 6 triples, pero lo más destacable es la facilidad con la que resolvió el partido en los 2 últimos minutos.
Rozier metió 10 puntos en esos 2 minutos finales para liderar el triunfo de los suyos. Fue el dueño de la pista.
Mientras, en el duelo de novatos, duelo en las alturas juveniles, el local LaMelo Ball terminaba con 20 puntos, 11 rebotes, 4 asistencias y 3 robos de balón; y el visitante Anthony Edwards hacía 21 puntos y 6 rebotes. No decepcionaron. La primera parte fue más de Ball y la segunda fue más de Edwards.
Aportaron también a los locales Tyler Zeller (17 puntos y 8 rebotes) y Miles Bridges, autor de un doble-doble, mientras que Gordon Hayward no tuvo precisamente su mejor noche, acabando con un paupérrimo 5 de 21 en el tiro.
El rebote fue local y Charlotte acabó con 19 de 19 en libres (vital su acierto desde la línea de castigo en la recta final del juego), pero a los de James Borrego les pudo costar bien caro su mal trato con el balón, que derivó en muchísimas pérdidas.
No valieron para Minnesota los 31 puntos y 7 triples de Malik Beasley, que hizo un primer cuarto fantástico, ni los 25 puntos, 8 rebotes y 5 triples de Karl-Anthony Towns, que irá a buen seguro a más tras venir de una larga baja pandémica (este era su segundo partido tras su regreso).
Ricky Rubio volvió a ser titular, ausente Russell. Hizo 5 puntos y 9 asistencias en 28 minutos. Tuvo problemas de faltas. No está fino en la definición, pero al menos ha aumentado notablemente en los últimos partidos su número de asistencias. No jugó Juacho Hernangómez.