Avanza con pie firme en su primer año en la NBA. LaMelo Ball parece un jugador hecho de otra pasta, de la pasta de aquellos jugadores que están llamados a hacer grandes gestas en el mundo del baloncesto. Hoy ya ha hecho una.
Partidazo del pequeño de los Ball para derrotar contra todo pronóstico a unos Bucks dubitativos. Victoria de Charlotte Hornets gracias a su brillate final de partido, un final que contrastó con las penurias postreras de Milwaukee.
El partido estaba 110-110 a 6 minutos del final. Pues bien, ¡en esos 6 minutos, parcial de 16-4 para la victoria local por 126-114!
LaMelo anotó 7 puntos en ese parcial ganador, y terminó el encuentro con 27 puntos, 9 asistencias, 5 rebotes, 4 robos de balón, porcentajes estupendos (solo erró 2 tiros) y un brutal +37 de su equipo en el marcador cuando él estuvo en pista. Parece que el gran partido que cuajó su hermano Lonzo esta misma semana ejerció de efecto llamada, porque la reacción de LaMelo ha sido de las que dejan huella.
Ball salió de inicio en el tercer cuarto porque Terry Rozier se había torcido un tobillo en la primera parte. Pero, claro, con sustitutos así no hay quien se ponga nervioso por la pérdida de un titular con peso como Rozier.
Otra pieza clave en el triunfo local fue Gordon Hayward, autor de 27 puntos y 5 triples. Malik Monk sumó 18 tantos y los suplentes se fueron nada menos que a 62 puntos encabezados por Ball, y con un muy buen partido de Cody Zeller (7 puntos, 15 rebotes y 7 asistencias). La segunda unidad local resultó esencial en el triunfo.
Los locales sumaron 32 asistencias por solo 9 pérdidas de balón y metieron 21 triples por los 18 de su rival. Una lluvia de triples cada vez más rutinaria en la actual NBA.
Se quedó sin premio el partidazo de Giannis Antetokounmpo, que firmó 34 puntos, 18 rebotes y 9 asistencias. En su debe, el haber fallado 8 tiros libres.
Además, 21 puntos de Jrue Holiday y 18 de Khris Middleton, con buenas actuaciones desde la suplencia de Bobby Portis y Pat Connaughton.
Estos 'nuevos' Bucks no terminan de carburar. A día de hoy, marca de 11-8. Nada grave, desde luego, pero no acaba Milwaukee de ofrecer un juego convincente.