Todo parecía caminar por la vereda de la igualdad hasta que en el inicio del último cuarto Charlotte Hornets endosó un parcial de 19-1 a Houston Rockets. Ese cuarto final resultó fatídico para los texanos, ¡que encajaron un parcial total de 29-7!
De empezar el cuarto final perdiendo 90-87 a irse del partido cayendo 119-94. Houston metió solo 7 puntos en los últimos 12 minutos del partido tras hacer una penosa serie en el tiro de campo de 2 de 19. Peor imposible.
El equipo texano había acudido al enfrentamiento con Charlotte sin John Wall, Eric Gordon y Chris Wood, y a pesar de ello pareció ser competitivo hasta que se hundió en la miseria de muy mala manera.
Charlotte volvió a disfrutar del juego de LaMelo Ball. Este chico es un soplo de aire fresco. Su baloncesto está llamado a triunfar, a no ser un simple divertimento. Tiene un sentido del juego que apabulla y en los últimos partidos está tirando de 3 a grandísimo nivel. No tendrá, está claro, la mejor mecánica del mundo, pero hoy ha batido sus marcas con 7 triples de 12 intentos.
Ha sido Ball el faro que ha guiado el triunfo de los suyos. Terminó con 24 puntos, 7 rebotes, 10 asistencias y 7 triples. Su inicio de partido ya ofreció retazos de lo que habría de ser su actuación.
Hornets ganó ya el primer cuarto 32-27 tras fabricar una impresionante canasta sobre la bocina, sacando del fondo de su canasta sin tiempo para nada, llegando el balón a Ball bajo el aro rival, y el base, muy forzado, y ser capaz de palmear el balón hacia un lado en una asistencia extraña y muy útil que acabó con la canasta de Caleb Martin. Muy bella y complicada jugada.
Más allá de esa jugada, fue una delicia ver a LaMelo una vez más. Su equipo hizo un +29 en el marcador cuando él estuvo en cancha. Además, 19 puntos y 10 rebotes de Miles Bridges, que cada día conecta mejor en la pista con Ball, otros 19 de Gordon Hayward, 15 de Terry Rozier y 14 de Malik Monk.
El equipo local metió 19 triples con un 46,3% de efectividad, y eso ayudó, sin duda, al triunfo.
En Houston, 21 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias de Victor Oladipo, que ofreció algunas jugadas con su sello personal, recordando el jugador que fue y que quiere volver a ser. Ben McLemore tuvo una primera presencia en cancha alucinante (15 puntos en 8 minutos) para acabar el partido sin anotar más.
El resto del equipo no funcionó demasiado, destacando el bajón físico que sufrió DeMarcus Cousins según avanzó el partido. Pero hay que reconocer que las bajas de Houston eran de mucho peso, y bien que lo notó el equipo ante unos Hornets que están funcionando bien.