Primera victoria del big three de Brooklyn Nets. No fue brillante, pero al menos llegó. Lo hizo de la mano de un fantástico cuarto final de Kyrie Irving, que fue el jugador esencial en la definición del partido al anotar 18 de sus 28 puntos en el último cuarto.
No fue fácil. Brooklyn sufrió ante unos Heat sin Jimmy Butler, Tyler Herro y Avery Bradley, unos Heat que además perdieron por lesión a Moe Harkless mediado el segundo cuarto y que no se rindieron nunca pese a estar por detrás en el marcador durante prácticamente todo el partido.
Brooklyn dominó la cancha, mantuvo el control del marcador, pero le costó dios y ayuda cerrar el partido.
Los locales llegaron a amasar 18 puntos de ventaja (60-42) jugándose el segundo cuarto, acabaron el tercero con ventaja holgada (96-82) y se pasaron casi toda la segunda parte conservando un notable colchón de puntos hasta que surgió un extraño tira y afloja en el cuarto final en el que los pequeños parciales iban cayendo de uno y otro lado.
Miami se llegó a poner a un punto (96-95) tras un parcial de 0-13. Luego llegó un 8-0 para que Brooklyn se colocara 104-95. Más tarde rebotó el marcador con un parcial de 0-7 para situarse 104-102... el partido se había transformado en un vaivén continuo hasta el 111-110 con el que se encaró la recta final del encuentro.
Un triple de Irving, una canasta de Kevin Durant y otra de nuevamente Irving pusieron un 120-112 que parecía definitivo, pero a partir de ahí Miami se resistió de forma ejemplar, con Goran Dragic y Duncan Robinson vendiendo cara la piel del equipo. Se sucedieron los tiros libres y fue en esa cadena de libres donde Bam Adebayo, el mejor jugador del partido, la pifió. Dura la situación, porque Adebayo hizo un partido inmenso: 41 puntos (su récord personal en la NBA), 9 asistencias, un 70% en el tiro de campo, un triple sobre la bocina del descanso... y ese momento fatídico, al final, en el instante más inoportuno.
Con 126-123 en el marcador James Harden le hizo una falta a la europea a Adebayo. Restaban 3,3 segundos para el final del partido. La lógica imperante trazaba el buscar el acierto en el primer libre y el error intencionado en el segundo, pero Adebayo ejecutó el plan al revés. Falló el primero y metió el segundo. Y ahí se acabó el partido.
Brooklyn ganó 128-124 para ponerse con marca de 10-8. Lo hizo con 31 puntos de Kevin Durant, 28 de Irving, que dio 7 asistencias, y 23 puntos y 7 triples anotados de Joe Harris, que nos dejó una primera parte espectacular en la que enchufó 6 triples. Venía Harris de no brillar en los último partidos, esta vez lo hizo.
Ayudaron jugadores como Jeff Green o Bruce Brown, y no fue el mejor día de James Harden, que acabó con 12 puntos, 7 rebotes y 11 asistencias, un 0 de 5 desde el triple y 6 pérdidas de balón.
Harden metió su primera canasta en juego a 8:45 del final del partido y ni siquiera entró la bola, porque fue un goaltending. Luego, el primer y único tiro de campo que anotó con el balón atravesando físicamente la red fue a 29 segundos de la conclusión del partido. Ha tenido días mejores.
Miami mejoró su rendimiento. Venía de perder por paliza ante Toronto Raptors anotando solo 81 puntos. A Nets le hizo 124, ¡metiendo 42 en el cuarto final! La defensa de Brooklyn sigue siendo deficiente, y bien lo sabe Nash. Y los hombres altos rivales siguen pegándose atracones cuando se miden a Nets.
Al menos esta vez Brooklyn controló el rebote, aunque las 17 pérdidas de balón locales pudieron ocasionar un serio disgusto a Nets.
En Miami, además de Adebayo, 19 puntos y 7 asistencias de Dragic y 18 puntos de Duncan Robinson y Kendrick Nunn, que está en fantástica forma en los últimos partidos.
Heat tiró mal de 3 durante todo el encuentro, con el trío Dragic-Robinson-Olynyk dejando una serie de 4 de 25 desde más allá del arco.
Los de Spoelstra siguen luchando contra las adversidades, y están ya con un balance de 6-9 que nada tiene que ver con su verdadera calidad.