Warriors amargó el día de Martin Luther King a LeBron James y los suyos. Partido dominado por los angelinos. Para caer derrotados de forma inesperada. El último cuarto de Warriors dejó sin premio a los Lakers.
Lakers llegó a estar con 19 puntos de ventaja. Arrolló desde el primer cuarto. Iba dicho cuarto 34-19 hasta que Stephen Curry metió un triple antológico sobre la bocina. Al descanso, Lakers seguía dominando por 16 puntos (64-48). Pero todo ese dominio no había sido homogéneo. El partido en su primera parte ya tuvo muchos tiras y aflojas. Se iba Lakers, se acercaba Warriors. Los de Steve Kerr nunca se iban del partido. Y tanto no se fueron que terminaron ganándolo.
Y lo terminaron ganando tras ir perdiendo por 14 en el cuarto final. Caían 83-97 con 11 minutos por jugar. Se agarraron a la pista los de Kerr. Y todavía tuvieron fuerza para adquirir su primera ventaja del partido. Tras un parcial de 2-15. Draymond Green fue el encargado de firmar el 108-110. Esa primera ventaja para Golden State en el luminoso.
Parcial de 21-34 en el cuarto final para ganar 113-115. En un final apretado. Con cargas emocionales fuertes.
En ese final Curry nos regaló un triple de ciencia ficción bailando con la bola en la cara de Anthony Davis. Pero también nos dejó un triple errado y una entrada a canasta fallada en momentos cruciales. No quedó tampoco LeBron exento de fallos en la parte final. Es ley de vida. A cualquiera que se la juega le puede pasar. Pero el que se llevó la peor parte fue Dennis Schröder. Una pena. Porque suyo había sido el partido.
El fantástico primer cuarto de Lakers reposó en él. Gran arranque del alemán. Se fue al descanso con 18 puntos. Y terminó el partido con 25. Como máximo anotador de su equipo. Pero tuvo un par de deslices al final que le costaron caro a Lakers. Primero, erró un libre a 30 segundos del final. Cuando llevaba 8 de 8 desde la línea. Y luego, en el momento crucial, se mostró atolondrado.
Con 113-115, Curry entró con decisión a canasta para cerrar el partido. Pero erró. El rebote fue de Lakers. Quedaban muy pocos segundos. Schröder tenía la bola y no supo qué hacer con ella. Dudó entre jugársela o compartirla. Y terminó haciendo un 'casi pero nada' con ayuda de Caruso. Entre uno y otro el balón estuvo a punto de perderlo Lakers. Menos mal que pidieron tiempo muerto. Pero para entonces a la escuadra angelina solo le quedaban 1,7 segundos de vida.
Con 1,7 por jugar sacó Caruso de banda. Para LeBron James. Tuvo que lanzar un triple desesperado para ganar sobre la bocina. No entró. Lakers había perdido un partido que tenía ganado. Se coloca ahora con 11-4. Y como quiera que estamos en otro año atípico, sin localías reales... está con 4-4 en casa y con 7-0 fuera. La ausencia de público lleva a estas situaciones rocambolescas.
Warriors, mientras, se pone en positivo: 7-6. Y presenta una estadística interesante. Cuando anota más de 105 puntos, su marca está 7-0 esta temporada.
Más allá de esa relación, Warriors hizo un último cuarto excelente. Parcial de 21-34. Defensa y ataque a partes iguales. Le dio vida la resurrección de Curry en la segunda parte. Terminó con 26 puntos. También el despertar de Andrew Wiggins tras el descanso. Acabó con 18. Kelly Oubre Jr. hizo un gran partido. Aportó 23 puntos. Y lo de Eric Paschall es para quitarse el sombrero. Productividad máxima (19 puntos en 19 minutos). De Draymond Green, solo decir que fue parte esencial del triunfo. Está donde tiene que estar.
En el lado negativo, ver cómo el novato Wiseman sigue diluyéndose. Ante Lakers, 5 faltas en 13 minutos. No jugó más que ese corto tiempo.
En Lakers, Schröder fue el mejor. A pesar de sus errores finales. LeBron metió 19 puntos. No fue su mejor día. Anthony Davis terminó con 17 puntos, 17 rebotes y 7 asistencias. Tremendo su clinic de pase en el primer cuarto. Y bien la segunda unidad. Bien Caruso y, sobre todo, Montrezl Harrell (17 puntos y 8 rebotes). También bueno el partido de Kyle Kuzma (15 tantos y 10 rebotes). Cuando hace lo que sabe hacer le va de cine. Lo demás son excesos que no le sientan bien.
Mala noche de Caldwell-Pope. Gris jornada de Marc Gasol (5 puntos en 16 minutos). E irrelevancia absoluta de Markieff Morris.