¡Qué inicio más inesperado de los Knicks! Tom Thibodeau parece haber impreso su sello desde el primer momento en este equipo, aunque todavía es demasiado pronto para lanzar las campanas al vuelo. Lo cierto es que los aficionados de los Knicks están teniendo un respiro.
Victoria en Atlanta por 108-113 para ponerse en este inicio con 4 victorias y 3 derrotas. No empezaban tan bien los Knicks en sus primeros 7 partidos de la temporada desde la campaña 2012-2013. Ya ha llovido.
El triunfo ante los Hawks fue, sobre todo, un triunfo del corazón. La clave radicó en el tercer cuarto.
En ese tercer cuarto Atlanta pareció romper el partido y llevar la lógica al marcador. Ganaban los locales por 15 puntos (82-67) y se antojaba difícil una reacción del equipo neoyorquino, pero esta llegó de inmediato con un gran parcial en los minutos finales del cuarto, un parcial que permitió a New York agarrarse al partido. Y tanto se aferró al partido el equipo de Thibodeau que acabó ganándolo.
El final fue apretado. Se decidió por detalles. Uno, sin duda, fue el triple de Austin Rivers con el que el partido entró en el minuto final con marcador de 106-110 para los visitantes. Y fue Julius Randle, ¡no podía ser otro!, el que cerró el partido con la canasta que puso el 106-112.
Randle fue el baluarte máximo del juego de su equipo una vez más. Perdió 7 balones, pero más allá de ese lunar no hizo más que enriquecer el juego de los Knicks con sus 28 puntos, 17 rebotes y 9 asistencias. Está que se sale.
Otro que estuvo enorme fue RJ Barrett, autor de 26 puntos y 11 rebotes.
Además, 16 puntos de Quickley, inesperado invitado a la fiesta, y 14 de Payton.
Thibodeau empieza a hacer de las suyas. Rotación de apenas 8 jugadores, dureza de ánimo, solidez defensiva y un poquito de aire grupal.
Atlanta, que también está con marca de 4-3 ahora, jugó sin Rondo y sin Gallinari, y afrontó el cuarto final sin Bogdan Bogdanovic por un problema de tobillo del serbio, que, por otra parte, resultó irrelevante en los tres cuartos anteriores.
Trae Young volvió a firmar números estelares, 31 puntos y 14 asistencias, aunque perdió 8 balones y no estuvo fino desde la línea de 3.
Además, gran partido de Hunter con 23 puntos, 18 tantos de Collins, que desapareció en la segunda mitad, y otro doble-doble para Capela, que se va asentando en el equipo.
No estuvo bien en el tiro Huerter, Reddish ofreció su cara más gris y el ya mencionado Bogdanovic no aportó nada. Y al final los Hawks se llevaron un pequeño disgusto.