¡Vaya partido que se le ha escapado a Pelicans! El equipo de Nueva Orleans lo tenía en la mano, pero su deficiente recta final ha ahogado sus opciones. Espectacular final de último cuarto de Pacers para forzar la prórroga y ganar en ella 116-118.
Pelicans vencía 106-96 con 2:22 por jugar y estaba 106-100 jugándose los últimos segundos. Entonces, sucedió lo impensable. Victor Oladipo anotó un triple para poner el 106-103 con 20,5 segundos por jugar, Lonzo Ball perdió el balón y Myles Turner enchufó otro triple para empatar a 106 y forzar la prórroga.
Ese pequeño milagro en forma de parcial de 0-10 en el momento crucial lo prolongó Indiana hasta las últimas consecuencias al llevarse el partido en el tiempo extra.
Ball empató a 116 resarciéndose de su fallo anterior, pero llegó Malcolm Brogdon, que está en una forma envidiable, y decidió el choque con una canasta anotada en el final de la prórroga. Encaró de forma brillante en el uno contra uno a Bledsoe y luego su tiro entró a regañadientes, bailó ese balón por el aro, pero terminó entrando. Aquí tenéis la jugada.
Tras ello, con apenas capacidad para la reacción, sin tiempo muerto que poder pedir, Pelicans sacó desde su propia canasta en una jugada que estaba condenada al fracaso, tal y como sucedió.
Victoria de Indiana por 116-118 con 25 puntos y 5 triples de Victor Oladipo. Una alegría para la franquicia que Oladipo levante un poco la cabeza. Brogdon sumó 21 puntos, 11 asistencias y 7 rebotes y Domantas Sabonis (19 tantos, 11 rebotes y 7 asistencias) y el decisivo Myles Turner (17 puntos y 3 tapones en 23 minutos) acabaron eliminados por faltas.
Pacers metió 19 triples por solo 9 del rival, pero sufrió en los aros cediendo 16 rebotes en su canasta.
Eso sí, desalentadoras las 18 pérdidas de balón de los Pelicans, que tuvieron a Brandon Ingram con 31 puntos, 8 asistencias y un deficiente 12 de 31 en el tiro, a Zion Williamson con 24 tantos y 10 rebotes y a Lonzo Ball con 18 puntos y 4 triples.
Eric Bledsoe firmó un doble-doble y el español Willy Hernangómez volvió a quedarse fuera de la rotación de su equipo.