Milwaukee Bucks se ha impuesto 125-115 a Detroit Pistons. Y con este triunfo se sitúa con marca de 4-3. Por primera vez está esta temporada por encima del 50% en la relación victorias-derrotas. El gran protagonista del partido ha sido Giannis Antetokounmpo.
El griego se ha mostrado muy irregular en este arranque de campaña. Pero hoy ha sido el Anteto más Anteto. Ese jugador que es capaz de llevarse por delante a cualquier rival. Su primera parte ha sido antológica. Al descanso ya llevaba 30 puntos con apenas algunos fallos. ¡Estaba con 12 de 14 en campo, 1 de 2 en triple y 5 de 5 en libres! Para enmarcar.
El suyo ha sido un partido mayúsculo. Ha llevado a los suyos a la victoria con 43 puntos y 9 rebotes. Y ha acabado con una serie estupenda de 17 de 24 en el tiro.
Le ha acompañado Khris Middleton con 19 puntos y 9 rebotes. Y Jrue Holiday con 15 tantos y 7 asistencias. El primero con el 70% en el tiro de campo; el segundo con un 60%.
Milwaukee ha dominado. El resultado final es engañoso. Nunca tuvo opciones reales de ganar Detroit.
Los Pistons no pudieron parar nunca a Anteto. Bucks terminó el partido con un 57,6% en el lanzamiento de campo. Y no rompió el partido por completo porque perdió 19 balones. Su dominio en la pintura resultó incontestable. Al descanso, los locales habían anotado 40 puntos en la pintura por solo 14 los visitantes. No hubo igualdad.
Pistons jugó sin Blake Griffin. Para evitarle el back-to-back. Y perdió en el inicio del tercer cuarto al novato Killian Hayes. Una pena. Porque lo estaba haciendo bien.
Los visitantes salieron de inicio con un quinteto con dos novatos. El citado Hayes y Shaddiq Bey. Están apostando por la juventud. Son dos chicos prometedores.
Además, gozaron de una buena primera parte del veterano Wayne Ellington. Y acabaron el partido con Jerami Grant en 24 puntos. Aunque el mejor del equipo fue Derrick Rose. Sumó 24 puntos y 8 asitencias jugando 25 minutos. Da gusto verle cuando ofrece retazos del viejo Rose. Eso sí, Detroit está con un horrible balance de 1-6. No parece que vaya a ser una temporada feliz para los Pistons.